Ya lo decía la Patata en su crítica de la original. Si te tomas el fenómeno de 300 (o derivados) demasiado en serio, es posible que te aburras. Sólo posible, nada más. Y si eso pasa con la película verdadera, ¿qué esperar de su copia barata? Pues precisamente eso, mucha risa. Siempre que entres en el juego, claro.

Toda la vida he sido un gran fan del género «spoof».No me averguenza reconocerlo. De la saga ‘Como puedas’ a la saga ‘Movie’ (Scary, Date, Epic…), no encuentro una sola de esas cintas que no cumpla su cometido: hacerme reír. Punto. Y es que si uno pretende salvar su salud mental, igual que no puedes estar viendo sólo series españolas, porque corres el peligro de atontarte y pensar que aquello es de verdad España, tampoco puedes pasarte la vida pensando en temas profundos porque caerías en el error de tomarte demasiado en serio a ti mismo. Y sinceramente, eso sí que atontarse del todo.

Por supuesto, hay algo que distingue claramente este ‘Casi 300’ de clásicos como ‘Top Secret’ o ‘La loca historia de las galaxias’: sus referentes humorísticos, demasiado contemporáneos para entenderse de aquí a diez años. Tengo la sensación de que antes los guiones se estudiaban más, los gags se pensaban para hacer reír sin importar la década en los que los vieras, se jugaba con conceptos casi universales, como si los estudios fabricaran los filmes, con perdón, casi con vocación de la alta comedia de los años 40 y 50. Algo que ya se ha perdido.

Pero claro, la inmediatez de la industria obliga a sacar el producto antes de que caiga en el olvido, y de esta tendencia, el cine de humor es el más contagiado. La broma hay que hacerla antes de que pase de moda. Hacerla y verla, por supuesto, que como te esperes a que salga en DVD ya ni te enteras de lo que se está parodiando. Y ‘Casi 300’ no es una excepción -a no ser que seas homosexual y/o lector de la revista ‘Cuore’, claro, porque entonces es como si estuvieras viendo la adaptación cinematográfica de tu Biblia-. De Britney Spears a Brangelina, pasando por Paris Hilton, Tyra Banks o ese icono televisivo llamado Kevin Sorbo, este filme no deja títere del famoseo cutre estadounidense con cabeza. Literal. Que los conoces, te descojonarás. Que no, te tendrás que conformar con reírte de los chistes de pedos o de videojuegos, que también los hay.

Lo importante, como te digo, es verla cuanto antes, en cine o en descarga. Eso da igual. Seamos buenos y sigamos el juego de Hollywood. Si nos dan cultura de usar y tirar, eso es justo lo que debemos hacer: usarla, intentar disfrutarla y dos horas después, tirarla. Allá cada uno con su conciencia. Yo, personalmente, me lo pasé teta (mierda, no he hablado de esa viejuna llamada Carmen Electra … 7 ¿En serio? No, en serio no. 2