Por el tipo de música que iba a sonar, uno podría esperar un ambiente en la sala Heineken más ánimado, más sambeiro, no tan hierático. Pero luego, bien pensado, no era de extrañar, al ver que el público que en su mayoría ocupaba la sala era de clase media-alta y no precisamente post-adolescentes. La entrada costaba casi 30 euros, un precio alto para los tiempos que corren, para ese tipo de concierto y en ese tipo sala. Al final todas las piezas encajan.

Bebel Gilberto apareció en escena coqueta, teatral, algo torpe en ocasiones (casi parecía preparado) pero encantadora con su público en todo momento. Dio un repaso a canciones de sus últimos discos, sobre todo del reciente ‘All In One‘, como ‘Bim Bom’ o ‘Far From The Sea’. Espectaculares ‘Chica Chica Boom Chic’, su genial versión de ‘Sun Is Shining’ o ‘So nice’. A ratos, entre canción y canción, sacaba su espejito y paraba a retocarse el carmín, lo que llenaba la sala de aplausos y carcajadas. Ultilizó en todo momento el portugués ¡cómo si todos domináramos el idioma! Aunque lo agradecerían los muchos asistentes cuya lengua madre era ésta mientras los demás nos divertíamos viendo cómo aprovechaban para piropearla sin cesar y Bebel agradecía sonriente.

Se despidió cuando había transcurrido poco más de una hora desde su aparición. Algo como para no dar crédito, teniendo en cuenta el precio de la entrada. Pero volvió, afortunadamente, sonriente y animada e hizo un intento fallido de que el público le hiciera por sectores unos coros, pero la gente no tomaba parte. Acabó despidiéndose diciendo lo mucho que quería a Madrid a lo que podía perfectamente haber añadido: «¡pero sois unos sosos!». Parecía que se terminaba el show pero la diva (divina y sin complejos a sus 43) reapareció y nos concedió un tema más. Lo mejor de Bebel es que jamás desafina, que te habla cantando y cuando lo hace te acaricia con sus palabras. Un bonito concierto, a pesar del ambiente tan comedido que se respiraba, de alguien que hay que ver al menos una vez si uno gusta de la bossa y sus derivados. ¡Grande Bebel! 7,5.