…el tuerto es el rey. Y por eso James Blunt se presentó con su pretendida pose indie, su cara de niño bueno y su ya requete-explotada historia de “he sido guarda de la Reina de Inglaterra”. Pues God save the Queen y God save James Blunt, porque madre mía. Acaba de conquistar Estados Unidos, cosa harto difícil para un cantante europeo, y ya lleva vendidos 7 millones de discos, lo que probablemente hará de ‘Back to Bedlam’ el disco más vendido de la temporada, por encima incluso del de Madonna.
¿Y qué tiene este chico? Pues poco o nada. Su disco es insufrible, sus letras son sonrojantes, se copia a sí mismo las melodías de sus propias canciones y hace unos gorgoritos que más que un cantante parece un gorrión en celo. Bien es cierto que le comparan con Damien Rice, pero no tiene nada que ver. Damien es demasiado patético para mi gusto, pero desde luego no cae en la mediocridad de James Blunt.
Así las cosas, vaya usted a saber por qué se ha hecho tan famoso. Probablemente porque su discográfica se ha decidido a promocionarlo de manera bestial. Puede ser también porque su canción ‘Eres guapa, además de verdad’ se pega de una forma irracional a cualquiera que la escuche. O quizá sea porque en la televisión no paras de escuchar su single seguido de la construcción “Envía tono, poli o real espacio beautiful al 7747”. 3