Covenant: discografía

Inexplicablemente ignorados por el gran público, Covenant llevan 12 años editando obras maestras de pop electrónico (llámalo electropop, futurepop o como quieras). Si eres fan de grupos como Ladytron, si hubieses preferido que Depeche Mode explorasen terrenos musicales más amplios, o si te gusta el techno-pop en general pero no soportas su lado más empalagoso, quizá debas prestar atención a este trío sueco. Aquí va un repaso a toda su discografía:

Dreams of a cryotank (1994): Su primer single, ‘Theremin’, se convierte instantáneamente en un hit en la escena electrónica underground. Covenant comienzan su andadura empapados de referencias al EBM de finales de los 80 y principios de los 90, tanto por el nivel de insistencia de la percusión como por la voz lineal y semi robótica y la línea monótona de las programaciones. Quizá debido a esta herencia, el disco resulta demasiado árido por momentos. 6,5

Sequencer (1996): Aparentemente en la misma línea que su disco anterior, pero con avances sutiles que lo hacen más variado. La voz se empieza a aclarar para mostrar distintos matices, dando más notoriedad a las letras, que siempre han sido uno de sus puntos fuertes. En su día fue considerado una obra maestra por muchos, y es que contiene muchas canciones que lo hacen acreedor del título, como ‘Stalker’ o ‘Figurehead’. Sin embargo se le puede achacar algo de monotonía en los temas menos destacados. 7

Europa (1998): Este disco supone el punto de inflexión y renovación de Covenant, y su apertura a un mayor público. Micro ritmos obsesivos, bases distorsionadas, melodías pegadizas y una voz elegante. Imposible no engancharse a ‘Tension’ o ‘I am’. A base de pequeños cambios, su vínculo con el antiguo EBM parece definitivamente roto e inauguran un nuevo estilo que pronto muchos seguirán con menos acierto. 7,5

United states of mind (2000): Ya asentados en su anterior giro musical, se adentran en la misma línea de apertura. En este disco aparecen muchas canciones desoladas e inquietantes, despojadas de adornos rítmicos aparentes, como ‘Helicopter’ o ‘No man’s land’. Sin embargo, donde puntúan más alto es en las contagiosas ‘Dead stars’ y ‘Tour de force’. Guiños al pasado pero introduciendo elementos dance en ‘One world, one sky’. 9

Northern light (2002): En estado de gracia, aquí tocan la perfección. Todo el álbum es impecable (bueno, salvo los coros de ‘Invisible & silent’). Sus dos singles, ‘Call the ships to port’ y ‘Bullet’ (que se oyó bastante más gracias al remix de Ellen Allien) son brutales, pero el resto no desmerece ni un poco (‘We stand alone’, ‘Monochrome’, …). Sonidos fríos, letras atrayentes, ritmos trabajados. Elegantes y sugerentes como nunca. 10

Skyshaper (2006): Se toman unos años de descanso, y es que hacer un disco después del anterior es complicado, pero salen airosos del trance. En realidad es probablemente el disco más continuista de su carrera, combinando aspectos de ‘Northern light’ con sus álbumes más antiguos, principalmente el ‘Sequencer’. Los momentos más brillantes llegan con ‘Brave new world’, ‘Ritual noise’ o ‘Pulse’, aunque es sencillo enamorarse de la melodía simplista y retro de ‘Happy man’. 8,5

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Publicado por
duka