Este empedernido melómano entrelaza historias sobre sus amoríos (acabarán por abandonarle sus tres novias), con profecías musicales (el disco ‘Kid A’ anticipaba lo ocurrido el 11-S) y con interesantes reflexiones sobre sexo (la sexualidad es un 10% realidad y un 90% ilusión; si el sexo no es satisfactorio, necesitas un problema), droga (te darás cuenta si estás “enganchado” cuando te dé igual el CD donde la cortas) o psicología (cómo los sueños sirven para sincerarnos).
Y algunas razones más para leer este libro a mitad de camino entre el relato de viajes, el nuevo periodismo y el diario íntimo: un repaso a las muertes más absurdas del rock; descubrir su pasión por Kiss, Rod Stewart o Fleetwood Mac y su odio por Eric Clapton o Jim Morrison; reconocer que Pearl Jam eran más grandes que Nirvana o que si bebes es para que pase algo, o conocer las ventajas de la vida urbana o en qué consiste la Prueba de la Rabia.
Ah, y su lista de grupos favoritos: 1. Beatles 2. Rolling Stones 3. Led Zeppelin.