Adam Green es un personaje insólito y, en mi breve carrera periodística, uno de los artistas más difíciles de entrevistar. Admirado por crítica y público, vende miles de discos en países tan dispares como Japón, Alemania y Estados Unidos. Consciente de su genialidad, no hace jamás concesiones y es sobre el escenario cuando realmente se ilumina su auténtica naturaleza.
Si ‘Gemstones’ (2005) decepcionó a muchos (no es mi caso), ‘Jacket Full Of Danger’, su cuarto álbum, no sólo no defrauda sino que puede considerarse su trabajo musicalmente más interesante. En mi opinión, iguala en categoría a su segundo disco, ‘Friends of Mine’ (2003), ya que aúna la afilada instrumentación de sus inicios con una atrevida gama melódica en la que mezcla variados estilos. Mis favoritas: ‘Hollywood Bowl’, ‘Novotel’, ‘Nat King Cole’ y ‘Drugs’.
Un disco ecléctico, ingenioso, bailable y para escuchar repetidas veces (apenas supera la media hora de duración). Su voz suena aún más grave (por momentos evoca al Jim Morrison) y sus letras vuelven a ser involuntariamente provocadoras y ácidas. La lista de artistas con la que le comparan es interminable (Elvis, Johnny Cash, Frank Sinatra, Leornard Cohen, Roy Orbison, Elliot Smith…), pero Adam prefiere seguir siendo único y auténtico. 8,5.