En ‘Me siento viva’ sigue exagerando y explotando demasiado la gravedad de su voz, con ese efecto tan ronco y desagradable que la ha acompañado desde el primer día, pero todo lo salvan, no sólo los sonidos trance (‘Yo te guiaré’) sino también disco (versión de ‘Upside down’) o soul (‘Etymon es el rey’). Ni rastro de reggaeton, ni rastro de canción latina, (casi) ni rastro de pop-rock español. Sigue siendo además sorprendente su transformación, de sus penosas intervenciones en televisión, a su personalidad en el estudio de grabación o sobre un escenario. El disfraz que le ponen le funciona. Y además hace versiones de ‘Let the river run’ como Chico y Chica. 4
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