Sólo viendo los tres primeros capítulos, queda claro que los personajes son prácticamente los mismos y con iguales características que en la original, aunque hay alguna pequeña variación, como por ejemplo, se ha prescindido del papel de la madre de Bea, y algunos nombres han cambiado (entre otros, mi ídolo Marcela ahora es Cayetana), aunque la protagonista continúa llamándose Beatriz Pérez Pinzón. El hilo argumental también apunta a seguir exactamente la misma línea. Pese a que algunos actores están acertadillos, tiene un fallo muy gordo que dificulta que nos enganchemos: ausencia de gracia y humor forzado. A diferencia de ‘Yo soy Betty la fea’, con la cual te descojonabas, con ésta no se te mueven las comisuras ni un milímetro. De hecho, te provoca hasta cierta angustia que la guasa buscada no cuaje. 4