¿Truco o trueque?


Yo también estaría así de contento, la verdad

Esto es un tío que tenía un clip rojo y terminó cambiándolo por una casa. Ya sé que sólo con estos datos, semejante historia podría parecer: 1) Un chiste malo; 2) Que el tío es un listo -eso fijo-; 3) Que estoy de coña.

Pues no, no estoy de coña. Esta es la historia de un tal Kyle MacDonald, que inició un sencillo juego en su página web. Empezó diciendo que quería cambiar un pequeño clip rojo por algo mejor, que terminó siendo un bolígrafo con forma de pez. Poco después vinieron pomos de puertas de cerámica, barriles de cerveza, motos de nieve, cenas con cantantes e incluso un papel en una película. Con este último cambio, consiguió que el alcalde de un pueblo de Canadá le diese una casa, a cambio de ese papel en la película. Además, en el pueblo de Kipling quieren hacer un monumento con un enorme clip rojo… para homenajear al listillo, claro está.

El caso es que todo el proceso, que se ha podido seguir por el blog de Kyle ha finalizado con esto: el clip inicial le ha reportado al susodicho una casita. Para que luego la gente diga que la vivienda está cara e historias por el estilo. ¡Anda ya! No hay más que abrirse un blog y empezar a intercambiar cosas. En un año, la experiencia nos dice que consigues una casa. Evidentemente, Kyle no reniega de seguir cambiando cosas «la idea era cambiar el clip por algo más valioso, y visto lo visto, lo mismo sigo». Yo también seguiría la verdad. Quién sabe, a este paso, cualquier día te haces con la estación espacial internacional. Yo, por mi parte, cambio lentilla usada por yate en Puerto Banús. Lo mismo alguien pica.

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Publicado por
Lolo Rodríguez