Silent Hill

Muy mal andan las cosas por Hollywood para que lo único que se nos ofrece desde allí sean remakes de antiguas películas, comedias de caca-culo-pedo-pis o adaptaciones de videojuegos. Aunque algo peor andan las cosas en nuestras cabezas para que nos las traguemos todas sin miramientos. La última con la que he picado ha sido ‘Silent Hill’, basada en el popular videojuego al que no se recomendaba jugar solo por el miedo que daba. Lástima de resultado.

De Mario Bros a Lara Croft, no existe una sola adaptación consolera que haya merecido la pena. Y ‘Silent Hill’ no es una excepción. Vendida como un thriller psicológico en el que monstruos deformes habitan en un pueblo a medio camino entre dos dimensiones, la realidad es que la historia es más digna de un mal episodio de ‘Embrujadas’ que de un cine de terror de calidad. ¿Qué hay que hacer para que en la sala cerremos los ojos por miedo y no por vergüenza ajena?

La historia arranca con Rose, una mujer que se ve obligada a viajar a un remoto pueblo quemado años atrás con la intención de descubrir el motivo de las continuas pesadillas nocturnas de su hija adoptiva. Un accidente a las puertas de la población y la misteriosa desaparición de la niña le obligan a enfrentarse a un mundo oscuro del que sólo se salva el primer susto, no tanto por bueno sino por original, ya que el resto de cinta repite la fórmula una y otra vez. ¿Adivinan el final?

Reconozco que hay detalles más que fieles a los de la conocida saga, siendo lo más destacable la ambientación sonora de Akira Yamaoka; que hizo del silencio, los ruidos estridentes y la música industrial el sello principal de estas aventuras gráficas conocidas como «Survival Horror». Lástima que lo que funciona en un videojuego no es necesariamente válido para la pantalla grande. Nunca más.

¡Dejen en paz las consolas, señores ejecutivos! Y compren derechos, que todavía quedan muchas series de televisión por adaptar. Será por ideas que copiar.4

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Publicado por
Claudio M. de Prado