Sorprendentemente, la segunda parte de ‘Piratas Del Caribe’ no sólo está a la altura de la primera sino que añade nuevos e interesantes matices a la saga. Perdido el factor sorpresa inicial (¿o alguien esperaba a estas alturas algo bueno de un producto Disney, con permiso de Pixar?), esta segunda parte tenía todas las papeletas de querer aprovechar el tirón comercial sin más. Pero mira por donde, los creadores no se han dormido en los laureles y, sin pararse mucho a dar profundidad a los caracteres, se han dedicado a ofrecer una secuela llena de purito entretenimiento, del bueno, que no da ni un respiro al espectador. Además, se han esmerado en introducir nuevos e interesantes personajes como Davy Jones, Tía Dalma o Bill El Botas, y a potenciar a otros que parecían haber perdido todo interés, como el Almirante Norrington. Pero por encima de todo aciertan al darle a todo el conjunto un toque de oscuridad, casi de terror gótico, que le sienta estupendamente. Con unos efectos especiales intachables y escenas de acción verdaderamente épicas y espeluznantes, ‘PDC: ECHM’ supone, en mi opinión, un hito en el cine de hoy, una de esas sagas eternas del cine al más puro estilo ‘Star Wars’ o ‘Indiana Jones’, de las que veremos emocionados con nuestros hijos. Eso sí, no debe obviarse que la «inspiración» en ‘Star Wars’ es casi sonrojante: hay un Han Solo, un Luke Skywalker, un Lando Calrissian, un lado oscuro, amores difíciles, amores imposibles… Es tan flagrante que si la peli fuera aburrida y mala, sería imperdonable, pero resulta que no, que uno disfruta como un niño chico durante las más de dos horas de proyección, así que es un jodido
must.
8,5