Y lo que han logrado es un tremendo disco de pop-rock de raíz clásica pero contundente y personal, retorciendo las sencillas y potentes bases rítmicas de un pop nada facilón, que recuerda a bandas como The Shins o Spoon. Lo más importante es que Phoenix evitan estancarse sin dejar de sonar a ellos mismos y logran su cima compositiva hasta hoy. Y aunque prácticamente las diez canciones del disco son temazos (incluido el intenso instrumental ‘North’), destacaría los singles ‘Long Distance Call’ y ‘Consolation Prizes’ (mi favorita), además de la apertura de ‘Napoleon Says’, ‘Sometimes In The Fall’… Uno de los discos del año, sin duda. 8