– 1 litro de leche
– 1 rama de canela
– la cáscara de 1 limón
– azúcar
– azúcar vainillada
[Foto robada de Google]
Sí, ya sé, esta receta tan veraniega debería haber salido como en junio, pero siempre es un buen momento para disfrutar de un buen vaso de leche merengada que, aparte de refrescante, nos da un montón de energía y es la mar de sencillo de preparar. Y qué mejor momento que la llegada del otoño.
Ponemos un litro de leche a hervir al que añadimos la cáscara de un limón lavada. Agregamos también una rama de canela, una cucharadita de azúcar vainillada y cinco cucharadas colmadas de azúcar. Llevamos todo a ebullición. Después de hervir el preparado colamos bien la leche. Una vez fría, podemos refrigerarla. ¡Y lista para tomar!
En casi todas las recetas que he visto por ahí de leche merengada les añaden clara de huevo. Yo en la vida le he echado claras de huevo a punto de nieve a la leche merengada y os aseguro que sin ellas está apetecible y deliciosa. Así que, eso que nos ahorramos, que no está la vida para despilfarros. Y, esto ya va según gustos, pero a mí me pone lo de echarle un poquito de canela molida por encima. Ideal a cualquier hora… y, por qué no, en cualquier estación.