Preparación:
Se cortan todos los ingredientes, excepto la soja, en tiras finitas, como en juliana pero un poco más grueso. Se calienta un chorrito de aceite en el wok y se echa todo menos la soja para rehogar. Se salpimenta y se remueve con una cuchara de madera y se deja cociendo con la tapa puesta cinco minutos. Después, se echan la soja y la salsa de ídem y se deja cocer un par de minutos más. Hay que servir inmediatamente y comérselo muy caliente.
Consejos:
Estas verduras son orientativas; en realidad puedes echar otras que te gusten más o que tengas por casa como espárragos verdes y blancos, puerro natural, setas, guisantes, calabacín… La cosa es que hay que cortarlas todas en tiras finas, nada más. La verdura tiene que quedar durita, no blandengue como si estuviera cocida, así que lo mejor es ir probándola mientras se cocina para que no te salga un puré de wok. La salsa de soja es imprescindible para que te sepa un poco oriental. Si quieres sentirte como si estuvieras comiendo en el restaurante ‘Gran Muralla’, utiliza aceite de soja y setas chinas y lo conseguirás.