Fama, el musical

Hace unos días, por circunstancias de la vida, fui a ver ‘Fama’. No se puede decir que el montaje en sí mismo esté mal, pero sí que no destaca por absolutamente nada. Antes de continuar -para que se me entienda bien- confieso que me gustan tantísimo los musicales que es muy difícil que vaya a ver uno en esta ciudad y pase mi filtro de lo medianamente aceptable. Una es que se ha vuelto muy exigente con ciertas cosas.

La historia suple los puntos básicos que todo musical debe tener. Sin gran complicación los personajes son presentados, entra cada uno en su conflicto particular y acaban todos felices y contentos. El problema es que ‘Fama’ no tiene nada (pero nada de nada) que ilusione o emocione o que invite a recomendarlo. Una escuela de artes escénicas y un montón de adolescentes de orígenes variopintos que sueñan con la fama. La niña pija, el fumeta graciosillo, el rebelde analfabeto, el popular, la drogadicta, la profesora buena, la profesora mala (que luego no es tan mala)… etc. Aburridos estamos ya de esto. Hacen referencia a la serie original, como si fuera algo de un planeta extraterrestre o de otra era, con lo que se queda en un rollo de adaptación que no nos aporta nada. Para eso ya tenemos Operación Triunfo en vivo y en directo y series como ‘Un paso adelante’, que ya que la mento diré que Dafne Fernández baila como los ángeles pero se queda un poco coja como actriz.

Y ya que estamos con gente televisiva, entre otros rostros conocidos, encontramos a la gallega Cristina Castaño. Por lo poco que sé de esta chica he de decir que me cae bastante bien aunque nunca, desde los tiempos de ‘Al salir de clase’, he soportado su quebradiza voz. Esta vez admito que me ha sorprendido. Se adapta bastante bien al papel coñazo que le han dado y no canta del todo mal (me esperaba verdaderos horrores).

En cuanto a los números musicales, bastante bien hasta el descanso. Aunque nada digno de mención. Hoy en día tampoco tiene ningún merito hacer cuatro gorgoritos con la amplificación y los medios técnicos que existen, cualquiera podría cantar en un musical. La adaptación del archiconocido tema principal ‘Voy a vivir para siempre’ está bastante lograda y no espanta, eso sí. Y voces buenas hay. Pero en general se me hizo largo. La segunda parte alcanza grandes cotas de sopor. Como un número de claqué que no viene nada a cuento y acaba pesando bastante y a mí, nada puesta en esta disciplina, me aburrió soberanamente.

Una minilanza a favor es que, para mi gusto, la escenografía estaba bastante bien apañada en su sencillez. Y es que prefiero mil veces ver cosas que, siendo más o menos originales, no dejen de ser realistas, antes que ver diseños pretenciosos que no sólo no cumplen el objetivo de sorprender sino que caen muchas veces en la mamarrachada más grande, convirtiéndose en una tomadura de pelo y una falta de respeto hacia el público. ‘Fama’ es tan simple que no llega ni a rozar lo esperpéntico, que bueno, pues también hubiera tenido su punto.

Resumiendo. Todo lleno de topicazos, chistes fáciles y grado de sorpresa -1000. ¿Para cuándo un musical decente en este país? Éste, vacío e insulso. Y, al menos el día que yo fui, con bastante poca afluencia. Creo que ya lo he dicho todo. 4

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Angèle Leciel