Qué decepción Pitchforkmedia. Tendía a fiarme de ellos por la cobertura y buenas críticas que han dado a discos de sonido claramente europeo, como Saint Etienne, o por lo arriesgado de su especial Eurovisión 2005, con todos esos fans de americana ahí leyéndolo. Pero ya no más. Está claro que no te puedes fiar de nadie, ni de nosotros mismos.
Qué harto estoy de Timbaland. Nos quieren vender que es un genio, cuando más del 50% del disco que ha hecho para Nelly Furtado, el más chaquetero de la historia, no vale ni para tirarlo a la basura. Y con éste pasa lo mismo… ¡la mayoría del disco es R&B más visto que la Charito! ¿Cómo se las ha apañado un chico tan guapo para hacer un disco sobre sexo tan sumamente antisexy? No nos lo explicamos.
Empezando por el principio, ‘Futuresex/Lovesound’, que no está mal, no deja de ser simplemente una introducción a ‘Sexyback’ y al disco. Por desgracia termina resultando de lo mejor. ‘Sexyback’, canción rallante donde las haya, se termina pegando y tiene cierta gracia… hasta que suenan los imposibles «Take me to the bridge» y «Take me to the chorus». No puedo soportarlos. ‘Sexy ladies’ es aburrimiento noventero disfrazado de modernidad, mientras que otras pistas como ‘Losing my way’, ‘Until the end of time’ o ‘Another song all over again’ ni siquiera disimulan su conformismo pedorro a lo Babyface.
¿Buenas canciones? Pues sí, sólo por la gran ‘My love’, clara imitación de los Streets en todos los sentidos, el paso escalofriante de ‘Lovestoned’ a ‘I think she knows’, también muy Streets, o el funky a lo Prince de ‘Damn girl’, el disco merece el aprobado. 5.