Teníamos bastante curiosidad por ver en directo al trío sueco compuesto por Peter, Bjorn y John, más que nada para comprobar si su show funcionaría más allá de ‘Young folks’. Y la verdad es que al final, la impresión fue la misma que la de su disco: bastante positiva. Salvo un contratiempo sonoro sufrido en ‘Amsterdam’, las canciones sonaron potentes y rotundas y las voces a lo Beatles, muy bien empastadas. Entre saltitos, pasos y gestos friquis el cantante principal, Peter, interactuó con el público como la estrella indie que quizá algún día llegará a ser. 7.
Las verdaderas estrellas indies de la noche fueron Magic Numbers. Ya me habían prevenido pero te da igual. Por mucho que te cuenten las pintas de jevis que llevan, lo rellenitos que están, nada es tan impactante como su propia actitud, jevi-jevi de verdad. No me puedo quitar de la cabeza el gesto de la bajista dando melenazos o apartándose el pelo de la cara aunque no lo tuviera. Era como las chicas que salían con mi hermana por el Barrabás, Karla y el Canci en los 80. ¡Qué grande! El concierto en sí empezó muy bien. Técnicamente sonaba perfecto y ellos estaban muy entregados, por lo que el público decidió entregarse también. Cada vez que Angela decía una frase, la gente gritaba enloquecida. Increíble. Personalmente, hacia la mitad del concierto me empecé a cansar, seguro que porque no soy muy fan de sus canciones, pero el público salió encantado. 7
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