Hace aproximadamente un año (diciembre de 2005) se publicaba ‘Diario (1)’ y en la novela Fabrice desplegaba un trazo excepcional, y demostraba que era capaz de transmitir emociones simplemente dibujando. Las caras emborronadas de las personas que aparecen en su memoria y de las que apenas recuerda su rostro; la sordidez de los parques y jardines que frecuenta, intentando encontrar a alguien con quien pasar la noche o sus increíbles comeduras de tarro tirado en la cama, llorando sin parar son muestras de que Fabrice sabe provocar emociones en el lector, engancharle a la historia hasta niveles insospechados y -además- acompañar todo esto con un buen texto.
El 23 de diciembre se presentó este segundo tomo (son 4 en total) y es un libro sumamente recomendable. Yo diría que hay muy poca gente que haya sido capaz de retratar con tantísimo realismo el mundo gay y -en definitiva- el amor, así en general. Esta publicación viene a ser al cómic y a la literatura lo que ‘Brokeback Mountain’ al cine. Una historia aplicable a cualquiera, y que es capaz de obsesionarte durante días e incluso semanas. Una delicia.