Está claro que la ocasión la pintan calva, y la verdad es que la gente no pierde el viaje. Ya hemos hablado en alguna ocasión del pequeño trastorno de la personalidad que sufre Britney Spears, ya sea por culpa de las drogas, del alcohol, de su marido, de su depresión post parto o de todas a la vez, pero la pobre últimamente nos está agraciando con las imágenes más agónicas de toda su existencia.
Hay gente que ve el negocio en todos lados, así que ya ha salido al mercado una muñeca inspirada en estos últimos acontecimientos de la vida de la popstar. La muñeca Britney Shears (Britney Se Rapa, literalmente) lleva la cabeza rapada, unos pantalones de chándal rosas y lo que es peor, una camisa de fuerza.
Evidentemente, esto es un poco como hacer leña del árbol caído, y más a sabiendas de que las últimas informaciones sobre esta persona son bastante poco alentadoras: ha tratado de ahorcarse con una sábana; le ha pedido a Kevin Nomeducho Federline que vuelva con ella (y que la fecunde de nuevo, ¡será coneja!) y además se ha pintado en su impresionante cabeza calva el número 666, para pasearse después por los pasillos de la clínica de desintoxicación en la que está internada gritando que es el Anticristo.
Por el amor de Dior, esperemos que esta mujer se recupere ya. Esto empieza a tener bastante poca gracia.