La verdad es que al final el filme no está tan mal. Incluso entretenido. Durante sus dos horas narra la vida de Lola Flores desde que era niña hasta el nacimiento de su hija Lolita. Por el medio, de todo: cuernos, puterío, lloros, peleas, aborto, cante, baile, carácter, mucho morro, piernas y pena, penita, pena. Menudo folletín.
A destacar, por supuesto, Gala Évora, que sólo por verla merece la pena gastarse los seis euros de entrada. Qué papelón, qué descubrimiento y cuánto me recuerda a Candela Peña. Desde ya digo que es muy posible que se lleve el Goya a la mejor actriz. Sé que es pronto pero el tiempo me dará la razón. Eso sí, será el único que se lleve la chica, porque hablando con ella descubres que es igualita que en la pantalla. Vamos, que actúa, pero actúa poco. Su personaje está hecho a medida, a ver qué es capaz de hacer en un futuro…
El resto del reparto correcto: José Luis García Pérez como Caracol da morbo cuando calla, miedo cuando grita y risa cuando hace como que baila, Kiti Manver lo mismo pero sin el morbo, Juan Carlos Hipólito parece sacado de una peli de Garci, Ana Fernández sale poco y los actores que hacen de ‘Pescailla’ y un futbolista están follables y poco más. Ah, también sale el gay de ‘Yo soy Bea’ haciendo lo mismo pero con ropa de época.
Por cierto, que como viene siendo costumbre, la película es una versión corta de una serie que estrenará Antena 3 una vez haya sido explotada comercialmente en cine, vídeo y digital. Es decir, que la película completa, hasta dentro de cinco años, nada. Yo no esperaría. De hecho no lo he hecho. Si no hay nada mejor en vuestro cine, entrad, que no os arrepentiréis. 6