Sarah, que comparte con la Cracknell decididamente algo más que el nombre, publica ahora su primer disco en solitario. Ya sabéis: Black Box Recorder no se ha separado. Es sólo que «han decidido probar con proyectos en solitario». Aunque teniendo en cuenta que John y Sarah estaban casados y ya no y eso, igual con este ‘Sing, Memory’ sí podríamos dar al grupo por muerto. Lejos de los chicos, el disco ha sido escrito por ella misma, que «maltoca la guitarra» y por James Banbury, que tocaba los teclados en Black Box Recorder y el violonchelo en The Auteurs.
El resultado es un disco 100% Popjustice, que debería ser una categoría más de las revistas musicales de tendencias. En un medio de comunicación si le pasas el disco al redactor gay poppy, es posible que le plante un 8. Si se lo pasas a alguien que con el recopilatorio de Sugababes y Girls Aloud y el reciente dueto entre ambas ya ha tenido bastante pop por ahora, es posible que le plante un 4.
Abre ‘Sing, memory’ un preludio en el que Sarah nos advierte que algunas de las cosas que vamos a oír son ficticias y otras no. La bonita balada ‘When I’m here with you’, el nuevo single, con un ritmo un poco abolerado y una melodía propia del ‘Felt Mountain’ de Goldfrapp sería, por sus aparentemente diáfanas intenciones, una de las de verdad. ‘The Collector‘, un tema sobre un coleccionista de mariposas que pasa a coleccionar mujeres, inspirado en una novela del escritor John Fowles, una de las de mentira. Ambas son efectivas y la confirmación junto a ‘Strangelove’, si la necesitábamos, de que en este tipo de discos, el single nunca erra.
Lo malo suele venir con el grueso y ‘Sing, Memory’ no es la excepción que ya quisiera yo. Las versiones de ‘Nightshift’ (de The Names) y ‘The Black of Shift’ (de Human League) molan, pero ‘Beautiful Oblivion’ y alguna otra suenan tan antiguas como la canción favorita del abuelito Pachi. ¿Una vez más la supuesta modernidad hizo tambalearse a la diva? 6.