Sally en realidad es el proyecto de Johan Agebjörn, productor sueco, fanático del estilo ochentero que aún tiene legiones de fans, que decidió después de jartarse de cantar villancicos con ella, que su amiga Sally era perfecta para cantar ‘I’ll Be By Your Side’, un tema que compuso en dos horas con letra y todo. Ella, extremadamente tímida, sólo accedió si nadie la veía cantar. Después, Johan colgó el mp3 en un foro de italo-disco y en unos meses tenía una oferta del sello austríaco Diskokaine. Bonito, ¿verdad?
Por suerte esto es solo una anécdota, y lo importante es que Sally Shapiro no es una excusa revivalista para vender unos cuantos cedés. Y no se limita a imitar de forma entrañable aquel particular sonido dreamy de los teclados, o a abusar del vocoder o esos hi-hat y timbales tan artificiales de la TB-303 TB-808, sino que gracias a la voz de Sally, cargada de una melancolía y dulzura más propias del folk, y de los tremendos temazos de puro technoPOP escritos por Johan nos encontramos con una de las sorpresas de la temporada. Porque no creo que haya nadie tan cerrado como para resistirse a la belleza, al gancho y a la inmediatez de ‘I’ll Be By Your Side’, ‘I Know’, ‘Find My Soul’… y así hasta seis TEMAZOS que te dan ganas tanto de bailar levantando las manos como de pasear bajo la lluvia cantando esas inocentes y simplonas letras de amor/desamor, en ese inglés tan encantadoramente mal pronunicado. La pena es que el apreciable álbum se debería haber quedado en maravilloso EP, porque para rellenar hasta los nueve temas nos cuelan un solamente pasable mix de ‘Find My Soul’, un insoportablemente aburrido tema ambient y un remix de electro chusquerete de ‘I’ll Be By Your Side’ que aporta más bien nada. Pese a este patinazo, nadie que se quiera a sí mismo o que tenga la reminiscencia de aquellas verbenas debería perderse ‘Disco romance’, más allá de petardeos o guayedades absurdas. 7,5.