Mi satisfacción aparece desde el primer corte del disco, ‘My Heart Is Beating’, donde se aprecia el espíritu dramático de las canciones de aquéllas, con ese victimismo sobrecogedor que se repite en ‘You’re Never Gonna See Me Cry’ o ‘I Just Missed You’. El abandono, la súplica emocional, el «quiéreme» y el «me trataste mal» son factores comunes al estilo de casi cada canción de ‘Dangerous Game’. Mary Weiss conserva la magia en su voz para transmitir un mundo de sensaciones aún vigente en cada arpegio de este LP. ‘Break It One More Time’ o ‘I Don’t Care’ tienen una escalofriante presencia del sonido Spector en la percusión y los teclados. Y el mítico ‘Heaven Only Knows’ de The Shangri-Las se renueva sin perder su esencia y, sin ser exactamente una maravilla, se convierte en un guiño simpático a los tiempos del sello Red Bird.
El grano… digamos en la nariz -no hay que ser ordinarios- de ‘Dangerous Game’ viene todito junto en ‘Cry About The Radio’, básicamente por el mensaje que ofrece, una especie de «la música de hoy en día es una basura y nadie sabe nada de nada salvo yo que estoy de vuelta de todo«. Y sí, quizá sea verdad, pero queda un poco feo decirlo de esta forma. La nostalgia que probablemente se quería trasmitir en este tema por un tiempo más glorioso de la industria musical (¿cualquier tiempo pasado fue mejor?) se disipa en un halo de molesto endiosamiento para una canción que tampoco dice gran cosa en el conjunto de su composición musical. Pero el buen sabor de boca nos lo deja el final de la última pista, ‘You Can Stay With Me’, con un saludo desde la lejanía al ‘Remember (Walking In The Sand)’ de las Shangs con las gaviotas sobrevolando la playa mientras contemplamos una de las más bellas puestas de sol. 8