Fangoria se ha currado una presentación de ‘El Extraño Viaje’ por Madrid que consiste en: una pinchada, un concierto en el que una ruleta escoge el repertorio, un concierto con orquesta, uno sin guitarras y uno normal. Nosotros hemos considerado los más interesantes el con orquesta de ayer («No me pierdo ese desastre» fue mi frase más repetida antes de ir) y el sin guitarras de hoy.
Al final no fue tan desastre. ¿O sí? Como siempre, uno se presenta en un concierto de Fangoria con sus recelos pero también con toda su ilusión y qué es lo primero que se encuentra: que las cuerdas empiezan a sonar antes de que el cuarteto comience a tocarlas. Uno reza por que haya sido una alucinación, pero parece que no. Que la gente empieza a comentar que las cuerdas están pregrabadas.
Al margen de este pequeño detalle, de un prometedor inicio con ‘Voy a perder el miedo’, que auguraba una noche de interpretaciones especiales y temas viejos, fuimos pasando a un poquito lo de siempre, pero con algún arreglo orquestal. Fue el caso del ‘Estés donde estés’ + ‘No sé qué me das’ + ‘Retorciendo palabras’, al que las cuerdas sientan tan bien como a un tema de Vanessa Mae. Tras el cierre de la primera parte, curioso, con ‘Quiero ser santa’, el cuarteto de cuerda desapareció y pasamos a ver el mismo show de toda la gira
. Siempre te lo pasas bien en un concierto de Fangoria porque sus temas y letras (‘Plegarias atendidas’, ‘El cementerio de mis sueños’, ‘Nada más que añadir’) tienden a ser buenísimos, y pese a ese caos de guitarras y bases de ‘Criticar por criticar’, el grupo suena mejor en directo; pero el tema de las cuerdas terminó resultando un poco timo. 5.