Con este antecedente, tenía muchísimas ganas de que sacaran nuevo disco, más aun porque me moría de ganas de revelar al mundo este hallazgo y no venía a cuento. Así que, por suerte o por desgracia, el listón ante el que debe medirse ‘Night Of The Furies’ es altísimo. Ante este reto Ivan Howard y Kelly Crisp han creado un bonito cuento en el que basar las historias de «revolución y lucha, actos y consecuencias, amor y redención» que componen el álbum. Musicalmente, sofistican y tecnifican su sonido recordando (y mucho) a los New Order más pop, con esos bajos tan Peter Hook que mandan en canciones como ‘My Punishment For Fighting’, las guitarras y coros de ‘Cemetary Lawns’ y el single ‘Get Up Get Out’. Y eso es bueno. Las canciones son muy muy adictivas y extremadamente bailables en el 90% de los casos, incluso acercándose al house en ‘When The Lights Went Dim’. Sin embargo, después de la sorpresa inicial, las sucesivas escuchas han hecho que el disco me resulte un pelín lineal de la mitad en adelante. Pese a terminar con la enorme canción que le da título, se echa de menos un poco de aquel clasicismo que reinaba en su anterior obra y se echa de más tanta producción moerna. O quizá sea un poco buscarle los tres pies al gato, porque se trata de un buen disco, que escucharé mucho y estará entre lo mejor del año para mí. Quizá la sombra de ‘Bird Make Good Neighbours’ es demasiado alargada.
Calificación: 8/10
Temas destacados: ‘Get Up Get Out’, ‘Hold On To This Love’, ‘Night Of The Furies’
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