Piratas del Caribe 3

Venga, por fin me he enterado. Y al final resulta que tiene sentido y todo. Perdonad mi ignorancia, pero después de ver la paranoia de ‘Piratas del Caribe 2’, de la que no entendí nada de nada (bueno, sí, que un calamar gigante sigue las órdenes de uno más pequeño para hundir barcos), pues poco podía esperar de la tercera entrega de esta saga basada en una atracción de Disneylandia. Y puede que sea precisamente por ese descreimiento por lo que al final no me ha parecido tan mala. Fíjate que me atrevería a definirla como una especie de ‘Infiltrados’ de los mares, por eso de los juegos de traiciones y demás. Pero tranquilos que no lo haré. Cualquier parecido sería pura coincidencia. La de Scorsese es sólo una de las muchas películas que se me vinieron a la mente durante la proyección. Si te la tomas en serio, enfrentándote a casi 180 minutos de proyección, estás perdido.

Por ejemplo, el principio, es clavadito al final de ‘Bailando en la oscuridad’, pero con niño que canta. Muy fuerte para ser una Disney. Pero siendo la gran esperanza del estudio, lo normal es que les dejen hacer lo que quieran. Y si hay que traicionar los ideales del tío Walt, pues se traicionan y punto. Lo que no falla con ‘Piratas del Caribe 3’, regla clásica de toda trilogía moderna, es ofrecer más de lo mismo pero mucho más grande y mucho mejor. Lástima que los efectos especiales y algunas acertadas historias sueltas no estén acompañadas de un guión coherente, lleno de saltos temporales y trucos engañosos que afean el producto final. Eso sí, a los que disfrutan con peleas de espadas legendarias, explosiones a cámara lenta, monos artificieros y loros parlanchines, el anterior es un detalle que les va a pasar desapercibido. Vais a disfrutar de lo lindo.

La parte humana de la cinta está mucho mejor de lo que esperaba. Keira Kinghtley me ha hecho reír, Orlando Bloom me la puso dura al final (que ya tiene mérito con lo mal que me cae), Geoffrey Rush me parece un malo simpático para estar tan muerto, y el resto de secundarios, tanto capitanes ingleses como piratas, así como los chinos mil, tienen sus momentos de gloria. Incluso la bruja Tía Dalma, interpretada por Naomie Harris, hace quererse a pesar de lo mal peinada que está y la sorpresa que nos tiene guardada –no es la sorpresa lo decepcionante, sino como se resuelve la misma- casi al final del filme. De esa especie de pulpo llamado Davy Jones no hablo porque me cae mal y me da mucha grima.

Aunque ya que comento lo de los peinados, dejadme hablar de Johnny Depp como Capitán Sparrow. Su actuación podría tildarse de histriónica y amanerada. Pero no porque ese es el encanto del personaje. Eso sí, lástima de los porros que se fumaron los guionistas porque la mayoría de sus escenas, debido a la locura, son una mala mezcla de las continuaciones de ‘Matrix’ y los dibujos de Tom y Jerry. Cuando lo veáis, que no quiero destripar nada, entenderéis por qué lo digo. ¿Posible cuarta parte centrada en las aventuras del Capitán Sparrow? Me apuesto un sueldo a que sí.

Y tranquilos, que no me he olvidado de Keith Richards, metido con calzador durante cinco minutos, diciendo dos frases, tocando la guitarra y con chiste visual sacado de ‘Bitelchús’ incluído. Como os lo explicaría…. ¿Os acordais de Kylie en ‘Moulin Rouge’? Pues lo mismo. Por cierto, se comenta que el Rolling Stone se perdió su cameo en el estreno por quedarse dormido durante la proyección….

En definitiva, que estos Piratas ni está tan mal como pensaba, ni tan bien como para hacerme vibrar de emoción. Correcta. A los que os gustaron las dos primeras saldréis encantados. A los que no, miraréis el reloj un par de veces pero al final no os parecerá tan peñazo. Bastante han tenido con cerrar coherentemente la trilogía, sin dejar cabos abiertos o hacerse pajas mentales para estirar la franquicia siguiendo la estela de la ya mencionada ‘Matrix’. Un consejo, esperad a que terminen los títulos de crédito como si fuerais cinéfilos de verdad y os llevaréis un rato más de película. Otro más friki, llevad la canción de ‘Ana y Miguel’ de Mecano en el iPod y escuchadla durante esa sorpresa final. Toma vídeo alternativo. 6

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Publicado por
Claudio M. de Prado