Pues sí, algunos todavía dudábamos de que realmente Britney Spears estuviera acabada. La entrada de su última canción en nuestro último Top 20 podría tomarse como señal de un posible y nuevo despunte profesional. Y sobre todo, alguien que nos ofrece imágenes en directo de su locura capilar, se merece siempre una segunda oportunidad. Es lo mismo que debieron pensar los responsables de los MTV Awards al ofrecer a la Spears la oportunidad de abrir anoche su gala, un espacio promocional normalmente reservado al que se espera que sea el temón del año. Visto el resultado, a estas horas deben estar tirándose de los pelos. Menuda lista de despropósitos condensada en apenas cuatro minutos de canción. ¿Si tienes la desvergüenza de cantar en playback, por qué no te aprendes la canción, Britney? ¿Por qué te mueves así? ¿Te sentó mal la cena y temías que se te escapara algo? ¿Acaso te sentías incómoda con ese bikini cuatro tallas menos de la que necesitas?¿ Los focos te dejaron ver la cara de pasmo de tus compañeros? ¿Era eso lo que te impedía mostrar cualquier tipo de emoción facial durante tu actuación? Nada me gustaría más que decir lo contrario, pero el comeback
de la Spears es tan penoso que no se puede ni deconstruir. It´s fracasada, BITCH.