La jungla 4.0

Los motivos que pueden llevar a una persona en su sano juicio a meterse en un cine a ver esta película son inescrutables. ¿O no tanto? Lo confieso, he ido a ver ‘La Jungla 4.0’ motu proprio y hasta me ha medio gustado. Tengo que reconocer que soy una gran fan de Bruce Willis y esta ahora cuatrilogía caracterizada por la violencia gratuita, los guiones sin sentido y el despliegue de músculos. En ‘La jungla 4.0’ había mucho de todo esto aunque con menos carne, ya que Bruce no nos obsequió en esta ocasión con su famosa camiseta interior blanca. La cuarta entrega de la saga es un compendio de excesos de todo tipo, más malos que buenos, pero de cuando en cuando es justo y necesario pagar por ver estas cosas aunque sólo sea para reírte. Después del salto, os doy diez motivos más.


1. Por John McClaine. Este personaje representa casi todo lo que ninguna persona querría tener cerca, pero que en la distancia resulta hasta tierno. Duro, machacado por la vida, nadie le quiere, dice muchos tacos, apatrulla solo la ciudad… Claro que después de lo que le pasó en las otras tres películas lo raro sería que no estuviera así.

2. Por los malos. Son geniales, como en las anteriores películas. El malísimo es americano, pero hay unos cuantos europeos (franceses, el diablo), en un momento dicen también que son comunistas y expertos en informática. En definitiva, los tres grandes males de la sociedad.

3. Por el 4.0. Esta secuela se titula ‘4.0’ porque hay piratas informáticos por doquier. Es increíble cómo en veinte segundos y sin levantar los dedos del teclado, los hackers consiguen paralizar el mundo o pincharte una cámara en tu casa. Como por arte de magia.

4. Por el 4 de julio. Toda la acción transcurre entre el 4 y el 5 de julio. ¿No es maravillosamente simbólico? Muy poco patriota esta película, poquísimo.

5. Por los tacos. Como decía antes, Bruce Willis está de lo más malhablado, y dice la palabra «gilipollas» una media de seis veces por segundo. Nadie como él o Ramón Langa la pronuncian con tanta significación y tanto arte.

6. Por los frikis. Aparecen unos frikis informáticos de libro, con estatuas de la Guerra de las Galaxias incluidas. Es toda una sorpresa el friki mayor del reino.

7. Por la violencia. Algo esencial y nexo de toda la película. En ésta las peleas se inspiran mucho en las coreografías tipo ‘Tigre y dragón’ o ‘Matrix’, pero Bruce sigue pegando puñetazos como los ángeles.

8. Por lo imposible. Ya que aquí es posible. Sí sí, como lo oyes; cuando te crees que la escena no puede ser más absurda y que no se puede complicar más, aparece un arma mayor y más peligrosa y lo lía todo más. Hay momentos que de lo sorprendente que es todo, se hace pesado.

9. Por la eterna juventud. La de Bruce Willis. ¡Dios santo, que tiene 52 años y está hecho un chaval! Al César, lo que es del César, y este hombre se conserva fenomenal aunque los stunts que le sustituían en las escenas de riesgo tienen que haber quedado para el arrastre.

10. Por la esperanza. De que no haya una Jungla 5.5, Misión en Marte, porque volvería al cine a verla y esto no puede ser, que luego me da verüenza confesar que me gustan estas cosas.

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Publicado por
Patata