Pronto se empieza a dar cuenta de los tejemanejes que suceden en ese restaurante, sobre todo gracias a la presencia del hijo del abuelete (un Vincent Cassel casi irreconocible bajo el halo demente que tiene en esta película- y sobre todo de su misterioso chófer, Mortensen. Cuando se quiere dar cuenta, se ha metido de lleno en una de las bandas más peligrosas de la mafia rusa británica, y sabiendo mucho más de lo que debe ya que ese diario esconde una terrible historia de prostitución y engaños. ‘Promesas del Este’ nos muestra a esta mafia rusa desde dentro y desde fuera pero, ante todo, con un realismo escalofriante. Desde la cantidad de sangre que se derrama en las casi dos horas que dura hasta los tatuajes de Viggo Mortensen pasando por los métodos de los mafiosos o el valor que tiene el hijo del mafioso mayor para deshacerse de los cadáveres.
Los tres protagonistas están sencillamente magníficos pero sobre todos ellos destaca Viggo, mucho más sembrado que en Alatriste y tan dentro de su papel que hasta le confundieron con un mafioso de verdad cuando se presentó en un restaurante ruso con sus tatuajes falsos. Borda el acento ruso y consigue meterse en el bolsillo al espectador, que no sabe qué esperar de esa frialdad que transmite. Otro personaje muy interesante es su alter ego, Vincent Cassel, que tiene mucho de Sonny Corleone de ‘El Padrino’. ‘Promesas del Este’ es extremadamente recomendable, no es la película más amable que hay ahora mismo en la cartelera, pero sales encantado de verla. 8.