La jugada es clara: a Christina la editan en Estados Unidos y Nacho viene reforzado por el disco a medias con Bunbury. Ambos son afines y los duetos de raíces blues y folkies dan fácilmente muy buenos resultados. Para grabar los temas ambos se reunieron este verano en Gijón, cada uno con tres temas que fueron completando y modificando, y compusieron juntos ‘Verano fatal’, el más agresivo y pegadizo.
Más allá de los guiños al pasado de Christina, es de lo más entretenido rebuscar las referencias mutuas en las letras del disco, tan tremebundas como cabe esperar («A una primavera en calma siempre le sucederá un verano fatal)». Pero incluso en los momentos más turbios y distorsionados el mini-álbum tiene algo de reconfortante. Será por la delicadeza de los arreglos y los coros mutuos o porque es imposible no rendirse a su mundo de encuentros y desencuentros (algunos reales, otros ficticios, reconocen). Christina canta al cierre del disco: «No lloro por ti, lloro por los perros que abandonan en la calle» y uno piensa: «Claro, claro».
Calificación: 7,5/10
Temas destacados: ‘Verano fatal’, ‘Humo’, ‘No lloro por ti’
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