Ahora, después de un cuidado proceso de rehab (lo que nos hace pensar que quizá haya esperanza para otros) Bright Eyes nos muestra su cambio radical en ‘Cassadaga’, donde las canciones se hacen un poco menos atormentadas, él se muestra algo más optimista con respecto a todo lo que pasa y vuelve un poco al toque folk que le vio nacer.
‘Cassadaga’ suena bestial, con una instrumentación que pone los pelos de punta, preciosista y realmente bien producido. Sin embargo algo falla. Aunque muchas de sus letras siguen teniendo ese regusto amargo al que nos tiene acostumbrados, este nuevo trabajo no llega a emocionar como lo hizo el antes mencionado ‘Digital Ash in a Digital Urn’. Quizá porque el nuevo parece más críptico y menos autobiográfico. Y es un disco grandísimo, muy fácil de escuchar y de seguir, en el que hay verdades absolutas («Oh, I’ve made love, yeah, I’ve been fucked, so what?») pero cuando acaba, la sensación que da es que a Connor Orbest alguien nos lo ha cambiado.
Calificación: 7,5/10
Temas destacados: ‘Four winds’, ‘Make a plan to love me’ y, desde luego, la increíble ‘Hot Knives’.
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