Para empezar, ¿qué hombre se pondría estos modelitos? Los manolos tienen un precio medio de unos 700 euros, de manera que habría que empezar a pensar en señores muy ricos. Evidentemente, Amancio Ortega, Emilio Botín o Donald Trump se ajustan a este perfil pero no les veo mucho con esta estética tan… indescriptible. Pensemos en alguien más modernito y también millonetis; Brad Pitt, George Clooney, Tom Cruise, David Beckam. Tampoco les veo calzando estos inventos. Ni siquiera en la categoría de innovadores (hermanos Cashiraghi, Stavros Niarchos) podrían encajar las nuevas creaciones de Manolo. Entonces ¿quien las puede llevar? Nadie, me temo.
El problema radica en que su diseño es absolutamente imponible y no se enmarca en ninguna tendencia, estilo ni nada. Esta deformación del zapato Oxford (el azul) de toda la vida desde luego que es diferente al original, pero a ver quién es el listo que se presenta en su sede del Rockeffeller Center con los calcetines negros asomando por la puntera. Tampoco me imagino a ningún actor recogiendo un Oscar ataviado con los otros Oxford rojos. Como mucho, a Jesús Vázquez con las sandalias leopardinas, pero poco más.
Hay dos noticias en este post: que Manolo Blahnik presenta su primera colección para hombres y que ha hecho los zapatos masculinos más feos de la historia. Nada, que Sarah Jessica Parker puede dormir con sus manolos pero Saroh Jessico, salvo que sea un clown o un mimo de las Ramblas, no.