Ella lleva un vestidito gris perla de esos que como no tengas un cuerpín como el de Elsa, te marcan hasta las venas del cuerpo. Es un traje sosito, pasado de moda y que le hace un poco mayor, pero no es lo peor. Lo peor, sin duda, son los guantes que podrían ser de piel, pero que el extraño brillo que ofrecen en la imagen hace pensar que sean de plástico, como los de fregar o los que venden en el Bershka. Tampoco es muy acertada su boina de Bonnie, ya que yo tengo la teoría de que si te presentas en cualquier fiesta con un sombrero que no sea un pamelón o un tocado, es que tienes el pelo sucio y lo llevas para disimular. Mi teoría es que no tenía tiempo para peinarse y ha recurrido a esta socorrida boina para tapar el desastre. La cartera de mano no está mal, aunque no encaja para nada en este look que parece rematado con esos zapatos de YSL que tienen todas las famosas esta temporada y aún más la pasada. Zara los ha plagiado a la perfección y no me extrañaría que los de Elsa fueran de esta gran cadena dado lo poquito que se la ve últimamente en la gran pantalla. El resumen es que la Pataky, mujer de dudoso estilo habitualmente, ha intentado emular a Faye Dunaway en aquel famoso personaje y más bien le ha salido La Yoli.
Adrien tampoco ha logrado mucho su papel de Clyde, ya que para empezar el traje le queda un poco grande, se le ajusta poco al cuerpo. Junto con esta gran gorra de tweed de maquinista -de la que asoma un espelujo en toda regla- se da un aire a Oliver Twist. Por cierto, los tejidos y colores de la gorra y el traje se matan. Con los dineros que tiene que tener esta parejita, anda que no podían haberse currado un disfraz infinitamente más digno que la chapuza de última hora que lucen en esta imagen.