Montevideo en el país de las hadas

Me gustaría saber algo de música para intentar explicar por qué Montevideo suenan tan sumamente ochenteros. Porque muchas veces son los sonidos new-wave que incorporan sus canciones pero otras veces juraría que es el tono en el que cantan, el tipo de notas que utilizan, las melodías, esas cosas. El caso es que es fascinante cómo suenan a los primeros Mecano, especialmente cuando aparecen las voces de ella, que se llama Damiana, en canciones como ‘Superstición’ o ‘Tiempo muerto’. En ‘Cuando miramos al sur’, la canción, que el disco también se llama así, recuerdan claramente a otro grupo de la época cuyo nombre no recuerdo, y la verdad es que ojalá tampoco recordara el nombre de Mecano.

Sin embargo, todo esto no es malo porque Montevideo tienen una cultura musical bastante más rica y menos hortera que la de los Cano. Este es el segundo largo del grupo-hispano-argentino-afincado-en-Sevilla. Y aunque lo que practiquen sea el electropop fino, su pertenencia a Jabalina es garantía de que detrás de sintetizadores y guiños a los 80 hay algo más. ‘Cuando miramos al sur’ está muy lejos de ser un disco de electropop al uso con un par de singles buenos y un montón de truños. En el caso de Montevideo las primeras pistas están bien y en la segunda mitad del disco sorprenden gratamente los cambios de registro en ‘Las cosas son así’ o en la acústica ‘Una ciudad feliz’. Las letras, que son muy dulces, tienen el mérito de no resultar ridículas. Y aunque quizá sí les falte ese hit que sí les ha salido a grupos infinitamente peores, da gusto darte cuenta de que has escuchado su álbum sin bostezos. A veces nos reclamáis que no nos guste el tecnopop, pero no es cierto: si es más o menos bueno, sí.

Calificación: 6,75/10
Temas destacados: ‘Una ciudad feliz’, ‘Las cosas son así’, ‘Cuando miramos al sur’
Te gustará si te gustan:

los primeros discos de Mecano mezclados con un poco de indietrónica de mejor gusto.
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Publicado por
Sebas E. Alonso