Sin embargo, no sé si por falta de expectativas lo que vas encontrando en el álbum te va gustando. Y al final vas dándote cuenta de que no es tan malo, que de hecho es mucho mejor que el single y que además vas entendiendo por qué el grupo odia ser visto como la «nueva sensación indie» y promete que para su segundo disco cambiará radicalmente de sonido.
El primer disco de Bloc Party les diferenciaba de las masas por la variedad de sonidos. Canciones como ‘So Here We Are’ o ‘Compliments’ se distanciaban bastante de lo que podía esperarse de ellos después de oír la ultrapromocionada y pinchada hasta el aburrimiento ya ‘Banquet’. Y si escuchas ‘Antidotes’ te darás cuenta de que Foals han ido más allá. Vale, en su afán techno no han llegado a ‘Flux’, pero la atmósfera que van creando progresivamente en ‘Big Big Love’ es tan envolvente que deja en cueros la del éxito homónimo de Fleet Wood Mac. Incluso habiendo renunciado a incluir en el álbum algunos de sus temas más conocidos, como ‘Mathletics’, el grueso resulta firme y sólido, amparado en la desestructura de las canciones, el sonido acuoso de las guitarras, la fuerza de las baterías y los coros, influidas también por el dichoso «math rock» y el dichoso «afrobeat», y lo nebuloso de las letras, a menudo de lo más misterioso y abstracto, como en la excelente ‘Electric Bloom’. Y la verdad es que prefiero un buen disco en conjunto a un buen puñado de singles como el de los Klaxons.
Calificación: 7/10
Temas destacados: ‘Electric Bloom’, ‘Big Big Love’, ‘Tron’
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