De gira por Europa, el pasado jueves, Mary Weiss y su banda cumplieron con su cita en Madrid. Llegué con tiempo a la sala Gruta 77. No me suele gustar ir allí a conciertos (y menos las vísperas de laborables) por el desplazamiento al que me veo sometida viviendo en la otra punta de la ciudad. Aunque entiendo que, dada la trayectoria que fue tomando con los años el trabajo de The Shangri-Las, el escenario elegido tuviera el alma de rocker que tiene el de Gruta 77.
El concierto dio comienzo pasadas las 23h. Y Mary Weiss apareció con la sobriedad que acostumbra en el vestir -traje negro- y con la misma dulzura en su mirada. Enseguida nos explicó que les habían perdido las maletas y que tuvieron que ir a un centro comercial a comprarse vestimentas. De ahí el retraso. Los músicos que acompañaban a la diva son o han sido miembros de grandes bandas como Roxy Music o Reigning Sound, así que aquello no podía sonar mal. Empezaron repasando algunas canciones de ‘Dangerous Game‘. Mary, entre canción y canción sacaba una chuletilla con nombres de personas que le habían dejado mensajes en su MySpace diciéndoles que irían a verla. Para cada uno tuvo unas palabras. A uno de ellos le dedicó una de las canciones más famosas de The Shangri-Las además de una de mis favoritas, ‘Remember (Walking In The Sand)‘. ¡Qué emocionante oír corear al público la letra y tenerla a ella delante comunicándose con nosotros!
A partir de ahí se fueron alternando canciones de The Shangri-Las con temas de su LP en solitario. Pensé que tocarían alguna de antaño pero no imaginé que tantas. Fueron cayendo ‘Out In The Streets’, ‘Give Him A Great Big Kiss’, ‘You Can Never Go Home Anymore’, que dedicó a su madre y con la que lloré como una perra torturada, el súper hit ‘The Leader Of The Pack’, ‘The Train From Kansas City’ o ‘Heaven Only Knows’, revisada en su LP. De los temas actuales me encantaron ‘Nobody Knows (But I Do)’ o ‘You’re Never Gonna See Me Cry’. Muy bailables ‘Stop And Think It Over’ y ‘Don’t Come Back’.
Que Mary Weiss tiene 60 años es un hecho que no se puede negar. Pero es una mujer muy acorde con su edad, aparenta lo que tiene. Y no se ha convertido en ninguna mamarracha, vamos. Mantiene la ilusión por lo que hace en su mirada y en sus movimientos lo que la hace realmente encantadora. Al terminar el concierto firmó discos y carteles en el puesto de la sala, se hacía fotos con la gente y contestaba a las preguntas de los fans.
Volviendo a casa, en la radio sonaba Juan de Pablos, que acaba de llegar al estudio de R3 después de ver a Mary Weiss. A Juan de Pablos este concierto le ha dado cuerda para bastantes años, hay que ver lo emocionado que estaba cuando nos relataba lo que había vivido esa noche. Y así fui llegando a mi barrio mientras sonaba el here comes my guy, walking down the street de ‘Give Him A Great Big Kiss’. Hoy he aprovechado para ver vídeos y actuaciones que hacía tiempo que no me ponía y me ha encantando ver cosas como este programa donde nuestras Shangri-Las de los 80 muy enfadadas denuncian que unas estafadoras se han apropiado de su nombre y de sus canciones. Adorables.