A Poni Hoax, una de las propuestas más interesantes del Pura Vida, el festival gratuito que se celebró el sábado por la tarde en Madrid, les tocó tocar a una hora un tanto ingrata para su propuesta, las ocho de la tarde. Lógicamente la mayoría de la gente que pasaba a esas horas por la plaza Vázquez de Mella no sabía quiénes eran, pero poco a poco fueron convenciendo.
Se presentaron diciendo que venían de Francia y recurrieron a macarradas como decir en español todo lo que sabían, que en este caso eran cosas del palo «estoy caliente» y «guapa». Pero donde triunfaron Poni Hoax fue en la fiereza de un directo que, como nos habían advertido, no recurre simplemente a los sintetizadores de la electrónica de sus discos, sino a la solidez de una buena banda a las guitarras y a la batería. El líder, Nicolas Ker, se paseaba por el escenario con una mezcla de estilos entre el cantante de Human League y el de los Liars, pero sin pelo y con cara de susto, demostrando que su grupo está más cerca del punk que de la chorrada electropop.
‘Budapest’ o ‘Antibodies’ triunfaron y cuando me di la vuelta para abandonar el concierto para irme corriendo a lo de Lykke Li, la plaza estaba llena de gente, decir entregada sería una exageración, pero sí bastante atenta a su show. 6.