Coco Ciëlo, de origen peruano, se mudó a Alemania en un viaje que definiría su carrera musical, sobre todo en la formación Ciëlo. Antes, en los 90, formó otro de los grupos más conocidos de la música independiente española, Silvania, junto a Mario Ciëlo, en aquella época más influidos por Cocteau Twins y otros shoegazers.
Más adelante formarían parte de la mítica Autoreverse y de su propia discográfica, Click New Wave, donde publicarían ya los discos como Ciëlo
. Para muchos, dejándose llevar por su aspecto, Coco no sería más que otra mamarracha de la escena electroclash. Para otros, uno de los integrantes más dignos y elegantes de la escena indietrónica, new-wave y minimalista de nuestro país. Para la memoria de todos quedará esa gran frase de ‘Gris Moderno’ en la que se reían de nosotros y probablemente de ellos mismos también porque «todos los modernos escuchan los mismos discos: ‘Ziggy Stardust’, Man Machine», etcétera.El móvil de lo que parece un asesinato no está claro. Sólo se sabe que su compañera de piso, con la que vivía en la calle Isabel La Católica de Madrid, lo encontró muerto el domingo a las ocho de la mañana. Llamó a una ambulancia, pero no pudieron hacer nada por salvar su vida, ya que había recibido un gran número de puñaladas.
El ABC ofrece una crónica morbosa a más no poder sobre las circunstancias de su muerte y se ha terminado de cubrir de gloria con la frase: «Sus allegados, que apuntaron que era homosexual, no se explican qué pudo suceder». Nosotros preferimos recordarle de otras maneras.