A pesar de que hubo quien dijo que los teloneros Moke eran buenísimos, sólo llegué a tiempo a La Riviera de ver a Paul Weller. Allí me encontré un ambiente agradable, tranquilo en su mayoría, exceptuando a algún que otro fan futbolero que parecía pertenecer más bien al derby que se jugaba el sábado por la noche. Paul Weller salió puntual a las 21.30, abrió con ‘Blink and You’ll Miss It’, pero no fue hasta que sonó ‘The Changingman’, uno de sus mayores éxitos en solitario del álbum ‘Stanley Road’, cuando pensé: «¡Estoy en Paul Weller!».
El ambiente era ya fenomenal (ojalá todos los conciertos fueran así), cuando hacia la mitad del concierto sonó el único tema que nos quiso regalar de The Style Council, el gran ‘Shout To The Top’, donde me quedé alucinada. Ahí te dabas cuenta definitivamente de que este hombre es una leyenda viva.
No faltó un set más tranquilo con canciones nuevas y Paul al piano… ni tampoco un par de canciones de The Jam. En ‘That’s Entertainment’, el público coreaba «la-la-laaaaaaa» como si aquello fuera a durar toda la vida, y la verdad, ganas había, sin duda fue el tema más emocionante que vivimos en La Riviera. Para cerrar, en ‘A Town Called Malice’, Paul Weller se despedía con una bandera «british».
Cuando íbamos saliendo, pese a que ya habían puesto la música de discoteca que te plantan cuando finaliza el concierto, la banda de Paul Weller salió de nuevo para marcarse un tema de los Beatles, ‘All You Need Is Love’. Muy emotivo, aunque yo lo hubiera dejado tal y como estaba, recordando que The Jam y Paul Weller marcaron una época y un estilo por sí mismos.
La imagen pertenece a esta gira de Paul Weller, pero al concierto de Berlín. Crazy.ritchie la ha subido a su perfil de Flickr bajo licencia Creative Commons.