Nacho contó a Europa Press que el álbum contendrá una versión de Guy Clarke y una ranchera titulada ‘El lugar del amor’ cuya letra se inspira (¿será una inspiración a lo Bunbury?) en poemas de Fernando Pessoa. Además anuncia que esa «asturianidad» (sic) presente en casi todas sus obras anteriores ya no será tan perceptible (en Lucas 15 se ha debido desfogar, claro) y que estas nuevas canciones serán «fotografías del momento» que vive. ¿Nos sacarán por fin de dudas sobre ese posible affair con la Rosenvinge del que todo el mundo habla últimamente?
En la nota de prensa de Europa Press, además de hablar de su próxima gira y todas esas cosas, se menciona que hace unos meses conoció a Andrés Calamaro y que planean hacer «algo juntos». Según Nacho, «lo bueno es trabajar con gente con la que tienes algunas cosas en común y otras que te diferencian mucho». Y añade que los discos con Bunbury, Rosenvinge y Xel Pereda en Lucas 15 le sirvieron para coger fuerzas y aprender de otra gente. «No tengo necesidad de hacer un disco mío el año que viene, prefiero estar dos años haciendo música con otra gente».
Nacho Vegas añade: «En otros países es más frecuente colaborar: en Brasil desde que salió la ‘bossa nova’, los mejores discos son todos de colaboraciones. Aquí, me da rabia que los discos de colaboración se vean como discos menores». Y digo yo, ¿no se percibirán como discos menores porque realmente lo sean? La verdad es que no deja de ser curioso como, ya desde aquel álbum compartido con Aroah, Nacho parece muy escrupuloso a la hora de separar sus dos facetas: raro es el disco de Vegas en el que haya colaboraciones sonadas (la excepción que confirma la regla son aquellos coros de J en ‘Noches árticas’). Pasito a pasito, NV va acaparando portadas, artículos y siendo cada vez más conocido… ¿Forma todo esto parte de un plan global para dominar el mundo? ¿Será el sucesor de Obama? Cualquier día tu madre te sorprenderá hablando de lo delgado que se ha quedado ese tal Nacho Vegas.