Lo primero que pensé al conocer el nombre que llevaría el LP es que era imposible que saliera nada bueno de algo que -por mucho que esté en inglés- se llama igual que lo último de El Canto del Loco. Después, el resultado no ha sido tan malo: grandes canciones, grandes voces, grandes músicos. Gran disco. El mal aparece cuando una está infectada hasta el páncreas del sonido maquetero, ése que le ha hecho sentir tantas cosas. Sucede que luego llega el disco y no, no es lo mismo.
Mi nota inicial para ‘People’ no era demasiado mala, pero os aseguro que era peor que la que veis ahí abajo. Con las escuchas y las canciones en la balanza, se quedó en lo que veis, y todavía creo que hubiera ganado uno o dos puntos más si las canciones tuvieran una producción más retro (¿rústica?) que quizá sí quedaba reflejada en las maquetas. El encanto de la imperfección, señores. Imagino que los productores han querido darle amplitud al concepto y poder llegar así a más gente resaltando el lado rock de la banda y los solos de guitarra, demasiado recargados y distorsionados para mi gusto. Esto, sin lugar a dudas, aleja a los que tenemos alma pop pero atraerá a los amantes del rock clásico. Si, en esencia, nos quedamos con las canciones -desnudas y limpias- es evidente que se toquen como se toquen, son buenas.
La inevitable influencia Beatle de las épocas del ‘Sgt. Pepper’s’ -¿el disco más influyente en la historia del rock?- pasando por The Melocotons se convierte en una colección de canciones curradas, de melodías que enganchan y arreglos de gran calidad que demuestra que no son vulgares imitadores. Las letras, perspicaces y con sentido, se agradecen en estos competitivos tiempos de un grupo español que canta en inglés. La gran voz de César Fernández (que a ratos recuerda a la de Alex Turner), los coros e interesantes cambios en muchas de sus canciones hacen que el disco merezca una oportunidad.
Respecto al single, ‘Meg and (My Girlfriend)’, del que ya os hablamos, no hay mucho que decir. Es habitual que me canse enseguida de los singles y éste tema lo tengo tan oído que, a pesar de ser una muy buena canción, es la que más veces he saltado al reproducir el disco estos días. Desde aquí lanzo mi petición personal de que ‘Closing Windows’ sea el segundo single. Bonita y pegadiza melodía con ritmo jovial y fuerza que no decae en ningún momento haciendo la canción prácticamente redonda. Esto sin menospreciar ‘Welcome to Oz’ que, aunque la versión del disco tiene algo raro que no me llega a calar, está muy bien estructurada con final beatle apasionante; ni ‘Girl! Girl! Girl!’, que requiere al menos una escucha si algún día te interesó algo de los Oasis.
‘Couple of Chances’ recupera el sitio que un día le arrebaté porque sí, al final es uno de los temazos del largo. Puede llegar a recordar a los enormes The Last Shadow Puppets junto a ‘The Ballad of the Referee’, que es prácticamente insuperable por cualquier otro tema del disco. ‘Be Quiet Lonely Man’ les otorga la grandeza que se merecen al cierre de ‘People’, al que sigue el toque psicodélico que no podía faltar de un reprise inverso de retales de ‘S.S.I.S.S.I.P.P.I.’. Aunque, ya no hay dudas, mi pedacito favorito del disco es a partir de minuto 2.28 de ‘(I Think You’re in) Love’ con esa subida de tono «where is my phone, maybe now she’s calling…», y el «don’t mess with me, it’s a matter of high voltage, and you can’t turn it off, turn it off… love love love» y esos coros absolutamente delirantes y maravillosos. A fin de cuentas, ¿no es amor todo lo que necesitamos?
Calificación: 7/10
Temas destacados: ‘The Ballad of the Referee’, ‘Love’, ‘Closing Windows’, ‘Welcome to Oz’
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