Sin embargo, Michael falla un poco en el tema del diseño, y ha presentado un modelo que mira, igual mejor se lo podía haber dejado en casa. Se trata de una imagen en blanco y negro de esas que aparecieron en el libro conmemorativo con el que Michael ya colaboró. Es la imagen de un estadio abarrotado, desde la perspectiva del cantante. Si queréis verlo un poco más grande, podéis pinchar la foto.
El polo en sí es bastante feo, y tampoco es que sea nada por lo que pagar los 150€ del ala que cuesta, a no ser que seas un fanático de Stipe, de Lacoste o de ambas (lo cual es un poco improbable). Aunque es cierto que la tontería esta de escoger un diseñador que no provenga del mundo de la moda para hacer ediciones especiales, al final no le sale tan mal a la marca francesa, que suele obtener mucha cobertura mediática.
Y es que esta no es una práctica nueva. Hay cientos de cantantes metidos a diseñador de los que os hemos hablado miles de veces: Chicks on Speed, Michael Jackson (o eso dicen), Justice, Timbaland, Tiga, The Cardigans, Rufus Wainwright…, Gwen Stefani e incluso Madonna, que ahí es nada.