Con su banda actual, perfectamente soportada a las guitarras por Jeremy Wilms (ya presente en sus últimos discos) y su fiel Charlie Bautista (un gran escudero del mejor pop-rock nacional, eficacia garantizada con discreción en Sunday Drivers, Tulsa, Santi Campos y los Amigos Imaginarios, Russian Red, etc.), con nuevo batería y seminuevo bajista, Christina Rosenvinge contó para la presentación en Madrid de ‘Tu Labio Superior’ con un sonido de una perfección pasmosa, ese con el que nos dejan boquiabiertos muchos grupos que traen de fuera.
Centrado el repertorio en su nuevo disco, lógicamente, asistimos a una interpretación brillante de todos y cada uno de sus temas. Pero, confirmando una vez más que su gran disco es una consecuencia de toda su carrera, intercaló con inteligencia muchas de sus más brillantes canciones del pasado: ‘Tok Tok’, ‘Glue’, ‘King Size’ o ‘A Liar To Love’ sonaron maravillosas al lado de sus hermanas recién nacidas, ‘Eclipse’, ‘Alta Tensión’ o ‘La Horas’ con ella, bellísima y simpática, al piano. Y lo mismo ocurría cuando sorprendentemente una fiera e intensa versión de ‘Mi Habitación’ (de su álbum con Los Subterráneos ‘Mi Pequeño Animal’) precedió a ‘Tres Minutos’. O cuando cerró el concierto con la vieja pero emotiva ‘Alguien Que Cuide De Mí’ (‘Que Me Parta Un Rayo’ sigue siendo un gran disco de pop). Y no, aquí no cantó Nacho Vegas los coros en la aplaudida ‘La Distancia Adecuada’. Se limitó a permanecer escondido entre las sombras (suena poético, pero es verídico) a un par de metros de nosotros, agitando la cabeza con aprobación como un asistente más. Eso sí, a mí se me puso un poco la carne de gallina cuando Christina interpretó a medio concierto ‘No lloro por tí’ y miraba a lo alto, justo hacia donde estaba Nacho. 8,5
Nota: La foto está pillada de por ahí, pero no es de este concierto. Las que hemos encontrado están protegidas por Creativa Commons, qué le vamos a hacer.