Modas que no entendemos

Día a día, es inevitable que nos topemos con gente que hace cosas que no nos gustan. Cientos, miles de ellas, que atestan las calles. Del mismo modo, otras personas se encontrarán con nosotros, que haremos cosas que no les gustan. Es ley de vida. El problema fundamental viene cuando de repente se convierte en moda, hace chas y aparece a tu lado. Es entonces, en ese justo momento que hay en la vida de toda persona, cuando te viene a la cabeza un «hay que ver… esta juventud…». Repasamos las modas más estúpidas, inconcebibles e irritantes de los últimos años.

1. Llevar el móvil reproduciendo música y con el altavoz a toda pastilla. La colocamos en el número uno porque es la que dio forma a esta entrada. Esta moda en particular, es incomprensible, porque hay veces que tú mismo dudas que esa persona esté escuchando bien la canción que ha puesto. Especialmente con todo el ruidazo que hay en la calle, medios de transporte y demás lugares donde estos pequeños vándalos campan a sus anchas. ¿Entonces para qué lo hacen? Sigue siendo un misterio, Iker, pero imaginamos que para fastidiar a los de alrededor. Tiene muy mala solución porque el 90% de los que llevan a cabo esta práctica son canis y technoyolis de esos que te pueden meter una galleta si les dices algo.

2. No llevar abrigo ni cuando hace frío polar. Esta es una moda que en JNSP conocemos muy bien, porque tenemos a uno de sus máximos exponentes en nuestras filas. No llega al punto de ser tan pava como para salir en manga corta cuando estamos a -2º, pero sí suele salir bastante ligerito de ropa. Pues lo mismo pasa con la mitad de la población madrileña, en especial con las pijis que rondan Tribunal, Pachá y aledaños. Ellas se plantan su estilo boho-chic con su minifalda y su jersey de lana y ancha es Castilla. Suponemos que se quedarán helás de frío, claro.

3. Escribir con mayúsculas aleatorias. De HeCho nOs cUesTa hAstA trAbaJo eScrIbIR aSí, pero es que además tampoco le vemos ningún beneficio ni ninguna mejora estética. Encima, gastas más tiempo, presionando la tecla mayúsculas todo el rato. No se sabe, es inconcebible, pero la gente sigue haciéndolo. Aunque claro, normalmente quienes lo hacen, también cometen faltas de ortografía por doquier, así que lo mismo esto se debe a que no saben muy bien cuándo tienen que presionar la tecla en el teclado para que salga la mayúscula y todo es aleatorio.

4. Las fotos en el baño. De hecho, hay blogs que incluso se dedican a recopilar fotos de páginas de contactos única y exclusivamente para reírse de sus fotos en el baño. Es algo incomprensible. ¿Es que esta gente no tiene más espejos en su casa? Aunque claro, por muy horrible que os pueda parecer, siempre hay algo que puede ser peor

(atención, no pinchéis en el link si acabáis de comer algo).

5. Morritos en las fotos. Es un poco lo mismo que lo anterior, pero con los labios. Todavía no se entiende muy bien el momento de «espera, espera, que me están haciendo una foto, voy a poner la cara como un pez», y ahí que van ellos y ellas haciendo como que dan un beso a la cámara. Fascinante.

6. El oro. Lily Allen, Santogold e incluso M.I.A. lo han intentado, pero no. El oro, por mucho que nos intenten hacer creer, no mola. Es verdad que, en un momento dado, es el único bien con valor dinerario y que nos podría sacar de la crisis, pero ir cubierta o cubierto de oro desde las cejas hasta los codos no es lo suyo. Es más propio de Lady Olé que otra cosa, en realidad.

7. Amy Winehouse wannabe. Aún estamos perplejos con este asunto, con todas esas chicas que inundan nuestra ciudad vestidas de Amy Winehouse. En realidad Amy nos encanta, pero su pelo, que ha llegado a adquirir dimensiones paranormales, no nos termina de convencer del todo. Vamos, que su estilillo está bien, ¿pero de verdad sale a cuenta arrejuntarse todo ese pelo en el cogote, con lo que debe de pesar eso?

8. El bebé tectonick y similares. Esto ya sí que es para morirse. En realidad, todas las descargas de móvil deberían pasar a mejor vida, que da pena verlas. Entre los vídeos porno (¿pero quién quiere ver un vídeo porno en la pantalla de un móvil de mierda teniendo Xtube?), las animaciones que dan asco (el conejito ese que cantaba era como para pegarse un tiro) y los politonos de Andy y Lucas, no sabemos qué es peor.

9. Las abreviaturas. Aunque han estado bien para tomar apuntes y demás (que levante la mano quien no haya escrito tb, xa, xo, xq y demás en su vida, incluso en emails), el tema ha llegado a un punto en las nuevas generaciones que no termina de convencer a NADIE. Del wapo hemos pasado al apo y a horrores ortográficos como los comentarios de casi todos los posts de La Oreja de Van Gogh o Tokio Hotel. Vamos, que la perversión roza ya la obscenidad.

10. Los modernos. Porque… ¿qué sería de esta entrada sin un poco de autocrítica? Lo cierto es que, aunque esté muy manido, basta con darse un buen paseo por Fuencarral, el Ochoymedio y el Elástico para ver desde verdaderos atentados estéticos hasta gente que parece que va de uniforme. Desde el «no sin mis Wayfarer» hasta el que lleva una blusa de su madre de los años 80. La espantaja, la espantaja de los melones.

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Publicado por
Lolo Rodríguez