A nadie le preocupa la calidad del próximo disco de Franz Ferdinand. Lo importante es disfrutar de su directo. Las masas enloquecidas se han lanzado a comprar también los tickets de Depeche Mode, que han vendido 10.000 entradas en 6 horas para su concierto en Sevilla el 12 de julio. Y eso que también actúan en Bilbao el 9 de julio y en Valladolid el 8 de julio, en un recinto para 37.000 espectadores, nada menos. Crisis, ¿qué crisis?
Si por algo se ha caracterizado este otoño es por la gran cantidad de conciertos a los que hemos asistido y que nos hemos perdido. No sabemos cuántos discos han vendido en España Late Of The Pier
, The Streets, Damien Jurado, Matthew Herbert Big Band, Low o Josh Ritter, pero en sus conciertos había gente o mucha gente.Es lo de siempre. Que si los artistas viven de sus giras y que eso es lo importante, lo cual nos parece muy bien, pero nos preocupa que este aluvión termine explotando por algún lado porque la oferta es inabarcable, desde el punto de vista económico y desde el punto de vista físico, porque no se puede estar en dos o tres sitios a la vez. Nosotros empezamos a sentirnos un poco frustrados. Porque sólo esta semana, bien porque las entradas están agotadas, bien porque nos coincide con otra cosa, bien porque no nos llega para todo, bien porque no tenemos fuerza para todo vamos a perdernos infinidad de conciertos. Y por cierto no siempre se acierta cuál es el bueno.