Grande el capítulo con que ‘El Internado’ despidió anoche su cuarta temporada. Sin duda una de las mejores series españolas del momento, si no la mejor, a pesar de lo poco que prometía al principio, con aquella mítica escena absurda de la «chacha» cayendo en pelotas desde las ramas de un árbol sobre Luis Merlo en el episodio 1. Esta suerte de ‘El Orfanato’ meets ‘Scooby Doo’ tiene sus defectos, seguro, pero ha sabido salir adelante enrevesando su guión y con un elenco finalmente bastante resultón que anoche nos las hizo pasar claramente putas. Quién nos lo iba a decir cuando Antena 3 estrenó la serie casi en verano…
Empecemos por lo malo. Lo que sucede en ‘El Internado’ no es verosímil en absoluto. Ningún alumno que se hubiera acercado al misterioso secreto que oculta este centro se habría quedado allí dentro para ver qué pasa. Ninguna gente tan corrupta que ya ha matado como la que trabaja para la Fundación Ottox toleraría que unos mocosos metieran las narices donde no les llaman hasta este punto. Pero eso es lo de menos, pues el thriller y el terror nunca han sido géneros que se caractericen por su verosimilitud.
Quizá lo peor de ‘El Internado’ está en esa dosis semanal de humor infantil que trata de acercar la serie a un público más familiar. O más lejos aún. Da la sensación de que el tipo de planos y situaciones, en un intento por complacer a todo tipo de público, no llega a incomodar tanto como podría. Anoche estuvimos a punto de ver morir a dos de los protagonistas, pero la trama se resolvió demasiado rápidamente. Parece que se evita aposta esa sensación de angustia que por ejemplo producen tramas parecidas en ‘Lost’ o ‘Prison Break
‘, con primeros planos de las víctimas o las armas en momentos de crisis mantenidos durante segundos y segundos.Aunque viendo ‘El Internado’ no tienes que levantarte de vez en cuando para descargar mal rollo como pasa viendo ‘Prison Break’, no está mal. Vamos por la cuarta temporada, en cada una aparecen alumnos y profesores nuevos, siempre ¿casualmente? relacionados, pero parece que los guionistas saben dónde están y tienen todo bien atado.
Cada personaje, además, tiene su atractivo. La vieja que lo sabe todo, el ex director acabado, el cocinero que en realidad es investigador, el profesor malo y la asignatura que da, que no es casual, la tensión sexual entre dos adolescentes que se odian, el encanto de un musculitos enamorado y la chica que siempre tiene razón, con la que no termina de pasar nada, la listilla del ordenador, el niño que ve el futuro… Todo son arquetipos pero cada uno ocupa una parte con encanto en este misterio por resolver, cada vez más enrevesado.
El capítulo de anoche dejó varios muertos y desmayados, se revelaron nuevas sorpresas y no puedo esperar a que comience la quinta temporada. Confiemos en que Antena 3 sepa dar un final a la altura a la serie en un par de años y no la deje morir de éxito con un final tan lamentable como está teniendo ‘Prison Break’.