Lily Allen / It’s Not Me, It’s You

Es probable que absolutamente todo el mundo haya soltado la frase «no es por ti, es por mí» mientras dejaba a alguna de sus parejas. No es tan raro, es una frase francamente fácil de soltar y -en el fondo- es muy recurrente y una perfecta muletilla. Lily Allen parece haberse dado cuenta de que todas sus «desgracias» no han sido siempre culpa suya, y de ahí el título de su segundo disco. No en vano, ha madurado desde ‘Alright, Still’, y lo ha demostrado ampliamente en las entrevistas que ha concedido con respecto a su nuevo lanzamiento. Se nota que es más consciente de que ya no puede mantener esas actualizaciones de las que antaño disfrutábamos en su Myspace, en uno de los blogs más leídos del mundo. Ahora se corta un poco más a la hora de hablar, y es más discreta. También se encuentra más tranquila con respecto a los paparazzis que la persiguen continuamente.


En su segundo disco, la máxima de Lily ha sido dejar atrás el sonido que caracterizó su debut, y entregarse un poco más a los designios de la electrónica, con la producción no de Mark Ronson sino de Greg Kurstin. Y la verdad es que le ha quedado muy bien, como ya se presagiaba con el inmenso single ‘The Fear’, que ya comentamos en JNSP. En él habla de cómo la fama engulle nuestras vidas, y cómo cualquier escarceo de una actriz famosa en Hollywood se convierte en algo más importante que nuestras propias madres.

También interesante es la canción que abre el álbum, ‘Everyone’s At It’, en la que habla de las adicciones, suponemos que a causa de las múltiples fotografías y los ríos de tinta que han corrido sobre sus borracheras y sus muchas adicciones a todo tipo de sustancias (legales e ilegales). Y al mismo tiempo, se atreve a comentar, en este primer tema de apertura, la doble moral de la sociedad. En el fondo no se confunde, porque a ver quién es el guapo que no ha salido un fin de semana por ahí y la ha liado parda, libre de fotógrafos y de todo tipo de fans pendientes de cada uno de sus movimientos. Recordemos su mítica frase después de una de sus pilladas: «Tengo 23 años, me pusieron champagne gratis en una fiesta y me lo bebí. Qué mala persona soy».

Sin embargo, lo mejor de Lily suelen ser dos cosas: sus canciones de venganza y sus canciones costumbristas. Entre las primeras destaca ‘Not Fair’, donde se queja de la eyaculación precoz de una de sus parejas (anteriormente ya se había quejado de otro que la tenía pequeña, así que no resulta tan raro); y entre las segundas está ‘Chinese’, que además se conforma como una de las canciones de amor más bonitas de todo el disco, pese a que al principio resulte un poco ñoña.

No falta tampoco el politiqueo en sus temas. ‘Fuck you’, por lo visto, está dedicada a George W. Bush, donde le manda a paseo mientras le desea que le jodan muy mucho, igual debido a los problemas que tuvo con su visado a EEUU hace dos años. Del mismo modo en ‘Him’ habla sobre Dios, en una composición bastante interesante en la que se dedica a hacerse bastantes preguntas del tipo cuál será su raza preferida, si alguna vez ha estafado a Hacienda o si alguna vez se habrá drogado, todo a tenor de los ataques del 11-S.

En definitiva, ‘It’s Not Me, It’s You’ es un buen disco. Aunque quizá no tenga temazos instantáneos como ‘Smile’, el conjunto es consistente y compacto. Lily Allen, que como todos sabéis fue la primera artista que surgió del llamado «fenómeno Myspace», promete seguir haciendo cosas de lo más interesantes. Habrá que seguir prestando atención.

Calificación: 7,5/10
Temas destacados: ‘The Fear’, ‘Chinese’ y la hipnótica melodía de ‘Back to the Start’
Te gustará si te gustan: The Streets
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Publicado por
Lolo Rodríguez