Adiós a Barbarella


Sólo por descubrir el peliculón de serie B que le da nombre, a quien no lo conociera, las sesiones de ‘Barbarella’ en la Sala Nasti han merecido la pena. Hubo una época, hace 8 años, en que las opciones para ir a un club los viernes en Madrid eran incluso menos que ahora. Barbarella fue un alivio para los que en torno a 2002 nos empezábamos a cansar de un Ocho y Medio que no tiene nada que ver con lo que es hoy (iba mucha menos gente y siempre la misma).

Barbarella empezó a ser una alternativa y nos traería muchas sorpresas a lo largo de los años, quizá la más destacada Patrick Wolf cuando no era tan famoso y a quien pudimos ver a 20 centímetros de distancia haciendo un enorme show en solitario. Este viernes 27 de febrero Barbarella se despide de la Sala Nasti porque la sala necesita rentabilizar los viernes para sí misma y así afrontar las reformas exigidas por el ayuntamiento. Es un fin que a nadie sorprende después de los problemas vividos en la noche de Madrid en todos sus ámbitos. Hablamos con Roberto ex Niza, ahora en Uke, uno de los promotores, sobre los mejores y peores momentos de este club.

¿Cuál es el mejor concierto que recuerdas en Barbarella?
Ha habido un montón de conciertos buenos internacionales y nacionales. Muchos de ellos hemos sido los primeros en ofrecerlos en España cuando apenas nadie les conocía. Internacionales me quedo con The Lucksmiths (las dos actuaciones), Patrick Wolf, Final Fantasy, Harper Lee, Trembling Blue Stars, Pipas Nacionales con el concierto de La Costa Brava, el concierto de Ellos del segundo aniversario, Astrud, los acústicos de Nacho Vegas… Creo que de nacionales hemos tenido a casi todos los grupos importantes. También hemos dado la primera oportunidad a un montón de grupos maqueteros y que nunca habían tocado antes en directo.

¿Cuál te habría gustado que saliera mejor?
Muchos conciertos que hemos montado y la gente no ha asistido. A Final Fantasy solo vinieron 16 personas, a The Low Lows, el último concierto, unas 8, casi como a The Zebras. Todos estos grupos son extranjeros y puede que no vuelvan a venir o ya les puedas ver solo en festivales, como en el caso de Patrick Wolf. Y luego la gente tiene los cojones de decir que en la ciudad no se hacen cosas.

¿Y sesiones?
Sesiones ha habido muchísimas y de todo tipo. Nunca hemos dicho a los dj’s lo que tenian que pinchar, han tenido libertad absoluta para hacer lo que querían. Creo que era lo bueno, que muchas veces no sabías lo que te ibas a encontrar y te podían encantar o salir decepcionado. Es lo que nos gustaba hacer.

¿Qué evento estás más orgulloso de haber organizado?
Hay muchos, me quedaría porque fue muy especial con la primera vez que Nacho Vegas y Fernando Alfaro se subieron juntos al escenario. No fue en el Primavera Sound.

¿Qué críticas recibidas por el Barbarella te han sentado peor?
Acepto las críticas, todas. Después de publicar el cuestionario empezará la gente a criticarme a mí y a lo que digo, muchos sin saber de qué hablan y las aceptaré. Quizá esto es lo que mas te duele, la gente que habla sin saber. Muchas veces se quejaban de problemas de la sala que nosotros intentábamos solucionar hablando con los gestores, pero las cosas no son sencillas, no dependen de nosotros. Otras críticas, como lo del alcohol de garrafa, si los porteros son bordes o no o si la música es mala ya son opiniones. Respecto el alcohol tengo que decir que el ayuntamiento hace controles periódicos y nunca ha detectado irregularidades. Creo que el problema es que la gente bebe mal.

¿Qué crees que aportaba Barbarella a la Sala Nasti?
Al principio eran dos cosas muy distintas, nosotros apostábamos mucho por el pop. Luego creo que se ha mezclado todo mucho y era muy parecido. Llevábamos a grupos similares o muchos dj’s repetían un día y al otro.

¿Qué obras realizará ahora la sala?
La sala tiene que afrontar obras de insonorización.

¿Alguna idea de dónde organizar las nuevas fiestas Barbarella en caso de que las hubiera?
No lo sé. Estamos ligados a Madrid y a Malasaña a pesar de que ninguno de los tres (Roberto, Marta, Edu) vive actualmente allí. Para mí es dificil hablar de futuro, si habrá o no habrá algo, probablemente el día 28 empezaremos a pensar en ello.

¿Cuánto de probable es que Barbarella vuelva a la sala?


Tampoco depende de nosotros. Nasti tiene que afrontar la reforma y después ya se vería. Creo que esta pregunta se la tendrías que hacer a ellos. Nosotros estaríamos encantados de volver aunque habría que ver condiciones y muchas cosas, no es sencillo.

¿Cuál habría tenido que ser, según tú, el procedimiento adecuado del ayuntamiento de Madrid para llevar a cabo las obras necesarias en la sala?
No lo sé, hay que cumplir unas normas por el bien de todos y creo que se tendría que llegar a un acuerdo para que no fuera todo tan fulminante. Hoy por hoy las cosas están muy difíciles y desde hace más de un año abríamos con la incertidumbre de no saber cuándo íbamos a cerrar y si tendríamos que echar a la gente. A veces las formas no son las adecuadas. Creo que se han hecho las cosas mal, no solo por parte del ayuntamiento. Me imagino que una vez hechas las obras todo se arreglará, aunque visto lo visto empezarán con cualquier otra cosa, lo del aforo, el horario,los porteros, los cd-r de los dj’s… A veces es de risa y se quitan las ganas de hacer cosas.

COMUNICADO DE BARBARELLA:

No es fácil escribir un comunicado como éste. Nunca es fácil decir adiós con la incertidumbre del que no sabe si va a volver. Pero muy a pesar nuestro, después de ocho años, tenemos que despedirnos.

Ya sabíamos que el ataque masivo de este ayuntamiento contra la noche madrileña iba a cobrarse víctimas, seguramente las más débiles, aunque la verdad es que nunca pensamos que, por una carambola del destino, los que íbamos a tener que irnos éramos nosotros. C’est la vie, que diría aquel.

Pongamos negro sobre blanco lo que está ocurriendo en nuestra ciudad: mientras banqueros y grandes empresas se reparten el pastel de la crisis a manos llenas, el ayuntamiento no tiene nada
más urgente en su agenda que tratar de cerrar los únicos negocios sobre los que no tiene que dar explicación alguna: los bares, las discotecas, los pubs, es decir, la noche. Para ello no racanea en medios, poniendo a la policia a patrullar por las “peligrosas” calles de Malasaña, requiriendo todo tipo de documentación absurda, adelantando horas de cierre, para que la gente se quede en su casa viendo Telemadrid y pidiendo lo último de Teletienda por no tener ningún sitio a donde ir… en fin, tratando de destruir la tradicional vida nocturna madrileña.

Y decimos tradicional, aunque en el sentido estrictamente temporal del término. La noche de esta ciudad es de todo menos clásica, tiene vida propia, una vida conformada por miles de personas de espíritu crítico, con una concepción alternativa de la vida; gente alegre, gritona, bailona, abierta y tremendamente feliz de relacionarse con sus congéneres humanos mientras asisten a un concierto, bailan al son de Daft Punk o de Los Planetas, o piden una copa en la barra.

De épocas peores hemos salido. No sé si algunos os acordaréis, pero Malasaña revive cada cierto tiempo, es como un ejército de gente bailonga que se retira a los cuarteles de invierno durante unos meses para volver con renovadas fuerzas y caras nuevas y no tan nuevas. Esta vez no será diferente, necesitan mucho más para acabar con nuestro espíritu, aunque sean capaces de acabar con nuestros bares.

Así que, de momento, Barbarella se desliga de la sala Nasti, obligada esta última por razones económicas a tratar de rentabilizar los viernes para sí misma y así poder pagar las obras que, una vez más, el ayuntamiento le requiere. Eso quiere decir que abandonamos? Nada más lejos de la realidad! En el futuro, haremos fiestas en otros sitios (si nos quieren, claro), organizaremos conciertos como siempre y seguiremos pinchando allá donde nos dejen. Seguiremos tratando de mantener esta ciudad como siempre ha sido: dinámica, soñadora, llena de luz… Aunque intenten apagarnos la luna.

Esperamos de verdad, sinceramente, que el granito de arena que hemos estado construyendo durante este tiempo, haya servido para algo. Si a una sola persona le hemos descubierto un grupo, una canción, una nueva amistad… nos damos por satisfechos. Así que, señoras y señores, despidámonos el viernes 27 de febrero como se merece: riamos, bailemos, bebamos, dinamitemos la desidia que nos quieren imponer con la felicidad del que sabe que no hay nada mejor que la noche, nuestra noche, la noche de Madrid.

Os queremos, muchísimas gracias por estos ocho años.

Rober, Marta y Edu (The Barbarella Crew)
Febrero de 2009

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JNSP