Las ventajas son que te puede resultar más cómodo, en función de tus costumbres y necesidades (hay quien no soporta tener mil historias abiertas, o simplemente quien tiene un ordenador que no lo soporta), y es una solución para todos los que tienen capada en el trabajo la instalación de nuevos programas. En ese sentido Yes.fm funciona más bien como un MySpace gigante en el que, además, mientras escuchas una cosa, puedes seguir buscando otras, como sucede en Spotify, aparte de por supuesto crear tus propios «playlists». Además, se carga mucho mejor que MySpace aunque… ¿puede haber algo que se cargue peor que MySpace en el universo internetil?
El mayor aliciente de Yes.fm es la inclusión de las letras de muchas de las canciones. Faltan algunas, pero muchísimas están y menuda gozada ir escuchando un disco antiguo mientras vas leyendo las letras, que además se cambian automáticamente cuando se pasa de una pista a otra. Yes.fm sustituye a la perfección al soporte físico en ese sentido.
Además, parece que la compañía busca crear a la larga un servicio de comunidad similar a Last.FM. Puedes hacerte fan de los grupos y dejar mensajes a otras personas que son fans como tú, aunque de momento no enviar mails o mensajes privados.
La gran desventaja de Yes.fm es que, aunque de momento su registro es gratis, no está muy claro cuándo ni qué manera dejará de serlo. Al parecer, al término de la promoción actual, habrá una suscripción mensual, aunque quien no la pague podrá seguir siendo usuario creando y escuchando «playlists».