Lo primero que llama la atención del disco es que es bastante directo. Todas las canciones son cortísimas y bastante trallazo. ¿Han surgido durante vuestra última gira?
Al enfrentarnos al disco pensamos en hacer algo que pudiéramos defender en directo. Además queríamos que saliera en marzo, no a finales de año, y esta era la mejor opción. Lo mejor que sabemos hacer es tocar en directo, así que nuestra meta era hacer algo que pudiéramos representar en directo. No vamos a llenar el disco de secuencias y teclados cuando luego no queremos llevarlos en directo. No es que no podamos, es que no queremos.
¿Te parece un disco de pop, siendo las canciones tan cortas y algunas tan inmediatas?
Lo más importante para nosotros era la estructura de las canciones. ‘Clavo ardiendo’, por ejemplo, es: «estrofa / puente / estribillo / puente / estribillo final». Para poder jugar con ese tipo de estructuras, las canciones tienen que ser cortas, porque si no, se te ve el truco enseguida. No puedes repetir eso mismo durante cinco minutos. También queríamos que todas fueran 4×4 y a 140 bpm. Parece fácil, pero no es tan fácil hacer 11 canciones en el mismo compás, todas rápidas. Aunque si alguien quiere ver en el disco un disco de usar y tirar, me parece fantástico. Si alguien quiere ir más allá, desde luego va a encontrar cosas.
¿Es verdad que una frase de Amaral inspiró ‘Clavo ardiendo’?
Sí, la invitamos para la reedición de ‘Inercia’ del año pasado y queríamos que grabara en las demos de cuatro pistas que teníamos antiguas. Estamos comiendo Eva, Juan, mis niñas, Lorena y yo y hacía mucho viento y la niña estaba muy asustada y salió la frase: «¿Por qué te asustas si tú eres más grande que el viento?». Le pregunté si había cantado eso alguna vez y me lo quedé. Me encantó la idea y me inspiró esta canción que habla sobre un asesino en serie. En algún momento de nuestra vida todos somos objetivo de asesinos en serie, aunque sea emocionales, y tenemos que aprender a vivir con ello. Me decía Eva: «¿Pero por qué dices que «desaparece lo invisible» y le dije: «Porque lo invisible es lo que me hace persona». Sólo sus frases me lo dieron todo hecho, y lo mismo me pasó en el tema ‘Larga duración’, que se inspira en un poema de un amigo catalán (Francisco Javier Tapia).
¿Te ha gustado la versión de Amaral de vuestra canción para el homenaje a Granada?
Me encanta, y además también ha escogido una canción de 091 en la que yo metí música, así que doblemente agradecido. Me puse hasta nervioso cuando me lo bajé de internet, no me lo podía creer. Y estaba más nervioso por ‘En tus ojos’ que por mi versión.
¿Pero no te habían avisado?
Sí, ya les había visto hacerla en acústico. Se ajustan más la de Lori y Los Planetas, pero me gusta que tengan esa libertad. Lo que me sorprendió de verdad fue oír ‘En tus ojos’. Nunca había oído esa canción tan afinada.
¿En qué medida ‘Sistemas de visión’ es un homenaje a Los Ángeles y ‘Sol’ a Morente?
La canción ‘Monotonía’ de Los Ángeles ya la hice para un homenaje, pero al oír la línea de bajo no dejaba de pensar que la tenía que robar. Cantar sobre esa línea de bajo, que Paul McCartney no habría hecho mejor, me obsesionaba. Sobre ‘Sol’, siempre que hacemos en directo ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen, yo creo que si Enrique se emociona, añade una línea que es «la Tierra por ser la Tierra se comerá mis ojos». Así que también la quería para mí. Cambié la letra pero la línea armónica es la misma.
Este año de nuevo os han salido fechas con Omega. ¿Durante cuánto tiempo seguiréis con el proyecto? ¿Es un proyecto paralelo?
Lo hacemos tranquilamente. Si Enrique está convencido del concierto, lo hace. Cuando salió estabámos con más tensión. Era un trabajo duro, forzábamos demasiado la máquina porque saliera bien. Ahora estamos más relajados. El año pasado dijimos de hacer tres conciertos y al final hicimos más de diez. Este año ya veremos. El disco tiene vida propia y la gente lo sigue recibiendo muy bien y la gente lo sigue descubriendo en la actualidad.
¿No es un poco frustrante para Lagartija que os digan que lo mejor que habéis hecho es un disco que no es propiamente de Lagartija Nick?
¿Cuál crees que es vuestro mejor disco?
A falta de escuchar en CD el ‘Larga duración’, que siempre terminas un poco harto de grabarlo y de la masterización, yo creo que ‘El Shock De Leia’. En la grabación yo decía: «quiero ‘El Shock De Leia 2’ y me decían: «Pues haber traído las canciones del 1». Pero bueno, quería otro tipo de disco, que se corresponda con lo que vivimos durante todo el año, con hacer canciones que se puedan tocar.
Cuando sacasteis ‘Val del Omar’ decíais que Granada era muy importante y algo así que como sus aguas subterráneas afectan la mente de sus habitantes. ¿Cómo es eso?
Es una teoría del libro de ‘La Alhambra hermética’ de Antonio Enrique. Es un libro maravilloso. Tiene la teoría de que el fondo del río Darro, como contiene tantos materiales nobles (oro, plata…), hace que la gravedad sea menor. La gente pesa menos y divaga más. La teoría me pareció tan fuerte y tan loca que me encantó.
También citas a menudo a Jack Kerouac, a su «manera de escribir con excitación». El disco presenta muchas frases inconexas entre sí. ¿Te ha influido mucho esa premisa también ahora?
Más que ‘On The Road’ me encantó ‘Visiones de código’, por su manera de escribir tan loca. A veces le entrego las letras a mi hermano, periodista y un poeta muy bueno, y me corrige ciertas cosas. Esta vez se las enseñé y me dijo: «no te creas que están muy allá». Le dije que ya sabía que había algún error de concordancia, pero no me importa. Así es como las he cantado durante meses y ahora en el estudio no iba a censurarme a mí mismo. Es como cuando digo: «las cosas no son verdad, son mentira». Hasta a mí se me saltan las lágrimas de cómo me chirría. Pero me satisfacía en aquel momento y se entiende lo que quiero decir.
¿Es verdad que hay un cómic sobre las letras?
Sí, fue una sorpresa muy agradable cuando nos dijo David de la revista Cretino que estaba en marcha. La portada del disco la hace uno de los integrantes de ese número. Hay de todo: desde los que se inspiran fielmente en una letra, desde otro que aporta a la canción algo que no tiene nada que ver… Me encanta la idea, lo que veo… y como me gustaba cuando en los 70 se dibujaba al grupo, de ahí salió también la idea de la portada del disco.
¿Crees que el homenaje a Los Planetas estuvo a la altura de la circunstancias?
Era lo más difícil, estar a la altura de las circunstancias. Hubo un deslucido en el espacio entre grupos, también si Los Planetas iban a estar, si no iban a estar; si Enrique iba a estar o no iba a estar… Yo sé que iba a estar. La idea me pareció buena desde el principio y sabía que no me iban a tratar mal y que nos lo íbamos a pasar bien. Luego ya, el día antes, el día del concierto y después fue otra cosa. Pero todo el mundo lo pasamos muy bien porque se hizo de corazón. Para mí una de las dos versiones era fácil, ‘Santos que yo pinté’, y al final acabé en un bar con el cantante de Manos de Topo, otro miembro de Lori Meyers… Me lo pasé muy bien. Mucho más que lo que dice la gente que se lo pasó.
¿Qué pasó con aquella caída del año pasado? ¿Te has recuperado totalmente? Fue tremenda, ¿no?
Sí, dímelo a mí. Puedes echarle la culpa al boogie o a lo que quieras, pero estaba cansado, había bebido mucho, no comí y ya sabes lo que pasa. Son tres cosas. Hay momentos en que buscas cualquier salida para que la gente no diga: «vaya mierda de concierto». Pero yo, como el Jose Tomás del rock, por la enfermería o por la puerta grande.